Negocios

Por un campo más próspero

México tiene un sector agroalimentario del que todos debemos estar orgullosos. Representa un motor de crecimiento, una válvula de escape social y una importante fuente de divisas. Todo esto a pesar de enfrentar fuertes vientos en contra. Imagínese si el sector tuviera el apoyo que se merece.

Somos el décimo productor agroalimentario del mundo por volumen y el séptimo exportador. El sector aporta casi 9% del PIB y le da empleo a más de 11% de la población en regiones (las rurales) en las que otro tipo de oportunidades son escasas. Además, es una de las principales fuentes de divisas para nuestro país, por encima del turismo y el petróleo y similar a lo que aporta la inversión extranjera directa.

Lo que es más admirable es que los resultados positivos del campo se han conseguido aun cuando ha tenido que enfrentar retos significativos. El gobierno actual no lo ha apoyado como debiera. El presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, por ejemplo, es menor ahora que hace cinco años y, quizá más grave, se redireccionó para darle un enfoque asistencialista en lugar de apuntalar la agricultura comercial. 

El financiamiento de la banca de desarrollo al sector primario también ha caído en este periodo (en nada ayudó la desaparición de la Financiera Nacional de Desarrollo). Es importante notar que estos recortes se dan en un contexto en el que solo 8% de los productores nacionales tiene acceso a financiamiento (en Estados Unidos es 96%). Por otro lado, factores ajenos al sector han mermado su competitividad. El tipo de cambio, por ejemplo, no le ha favorecido. Tampoco la deficiente infraestructura y la inseguridad. 

Aun así, el campo mexicano tiene un enorme potencial y puede contribuir más al desarrollo económico y social del país. Tenemos una tierra y un clima privilegiados para la producción de alimentos. Estamos al lado de la principal potencia económica del mundo, con la que contamos con un tratado de libre comercio. 

Sin embargo, los desafíos son significativos. Arriba de la lista está el pleito del gobierno con la ciencia y la tecnología (ver guerra contra el maíz transgénico). Su ideología, basada en un romanticismo por la agricultura de siglos atrás, ha provocado que se descarten importantes avances que beneficiarían a los agricultores, en particular a los pequeños. Se tienen que aumentar la productividad, subir los sueldos de los trabajadores del campo y mejorar su movilidad social. Otros desafíos son la escasez de agua, el cambio climático y la falta de estado de derecho. 

Bajo este panorama, el CNA, presidido por Juan Cortina Gallardo, dio a conocer el lunes su “Visión de futuro”, la cual ofrece un exhaustivo diagnóstico del campo, así como recomendaciones puntuales para mejorar su desempeño. Es una lectura obligada para quienes quieren entender la situación de este crucial sector y tienen la capacidad de influir en su futuro. Con el cambio de gobierno en puerta, este documento no puede llegar en un mejor momento.


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Julio Serrano Espinosa
  • Julio Serrano Espinosa
  • [email protected]
  • Presidente del Centro de Estudios Espinosa Yglesias
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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