Cada vez más, los consumidores están abandonando la televisión restringida (tanto por cable como satelital) a favor de servicios de streaming. Las empresas del ramo enfrentan una crisis existencial y están cambiando sus modelos de negocios para sobrevivir.
El declive de la televisión restringida, también conocida como de paga, se viene gestando desde hace años. En un inicio, los creadores de contenido ofrecieron sus series y películas a servicios de streaming (Netflix y Amazon Prime, entre otros). Después crearon sus propias plataformas para llegar directo al consumidor (Disney+, por ejemplo). Ahora, los dueños de contenido deportivo están optando por mostrarlo en plataformas de streaming de terceros o en las suyas propias (ESPN+, por ejemplo). Todo esto ha reducido el valor de los paquetes de canales que venden las empresas de televisión restringida a sus suscriptores, lo que ha provocado una cancelación masiva.
En Estados Unidos, la televisión de paga ha perdido suscriptores a un ritmo de casi 7% anual durante la última década. En este periodo, más de 42 millones de hogares han “cortado el cordón” (término que se usa en la industria para referirse a las cancelaciones de suscripciones de cable).
El reciente conflicto entre Disney, uno de los mayores creadores de contenido del mundo, y Charter Communications, el segundo proveedor de televisión por cable de EU, es la indicación más evidente de que el modelo de negocios tradicional de la televisión restringida es obsoleto. Charter dejó de transmitir los canales de Disney por considerar que los beneficios no justificaban los costos. Aunque al final las empresas llegaron a un acuerdo, Charter advirtió que estaba dispuesto a salir por completo del negocio de televisión de paga (que cada vez es menos rentable) para enfocarse en el negocio de conectividad de internet de banda ancha (el cual genera mejores márgenes).
Lo que sucede en EU ya lo estamos viendo en México. La televisión restringida en conjunto ha perdido más de 1.5 millones de usuarios, o 6.7% de su base total, en el último año del que se tiene registro según Ifetel. La caída ha sido más pronunciada en la televisión satelital (15.2%) que en la de cable (1.6%), pero la tendencia es evidente. Podemos esperar que este patrón continúe en el futuro como ha ocurrido en EU.
Las acciones de Televisa, la principal empresa de televisión de paga del país a través de sus subsidiarias Izzi y Sky, han sufrido una fuerte caída en gran medida por los malos resultados y perspectivas de este negocio. Las de Megacable, la segunda más importante, también se han depreciado. Al igual que las empresas de televisión de paga de EU, el futuro de las mexicanas está ligado al negocio de internet de alta velocidad.
La televisión restringida les ha generado grandes ganancias a sus dueños, pero se encuentra en plena decadencia. Para prosperar en esta etapa, las empresas del ramo dependerán de su capacidad de conectar clientes a internet.