La elección 2024 es un parteaguas en la correlación de fuerzas del país en que el sector privado sintiéndose afectado en sus intereses y acostumbrado a disponer del país como un negocio de su propiedad, decide participar en política de manera abierta y directa impulsando una alianza partidista que ahora se hace llamar “Fuerza y Corazón por México”, que nos demuestra quién manda en esos partidos, coalición que está impulsada y financiada por las cúpulas del poder económico y cuya cabeza visible es Claudio X González.
Sin embargo el proyecto no salió como se había planeado, pues no parece que esta elección tenga los resultados que esperaba la oligarquía nacional y extranjera, en cuanto a lograr ganar la Presidencia de la República, pero aun abrigan la esperanza de lograr el plan B del sector privado: impedir que la cuarta transformación logre las mayorías legislativas calificadas necesarias que le permitan realizar cambios constitucionales.
De acuerdo con las encuestas, el plan tramado por la oposición es fallido, pues todo parece indicar que el proyecto de nación de la cuarta transformación se impondrá y logrará ganar la presidencia de la Republica en las próximas elecciones, así que la única esperanza de los opositores es lograr una estructura legislativa que impida que la cuarta transformación logre la mayoría calificada en la Cámaras de Diputados y en la de Senadores, para impedir cambios constitucionales y ajustes en el poder judicial, tales que vuelvan a dejar la constitución como estaba antes del periodo neoliberal, pues muchos opinan que hay que defender la constitución.
¿Pero cuál versión? muchos no se acuerdan que la constitución vigente ya no está como estaba antes del periodo neoliberal, sino que fue modificada por las fuerzas neoliberales entreguistas para legalizar la transformación de las instituciones nacionales y la entrega de los recursos naturales al extranjero convirtiendo a la economía nacional en un negocio privado.
Esperemos a ver qué dice la ciudadanía el 2 de junio y veremos si es posible realizar los cambios constitucionales necesarios para que este país funcione correctamente o si e mantendrá la inmovilidad legislativa.
