En realidad, las finanzas del país giran alrededor de la deuda pública, dentro de ellas un elemento importante es el asunto de las pensiones que Ahora se realiza mediante el denominado SAR, sistema de ahorro para el retiro, que es un Frankenstein Neoliberal, mantenido con vida colocándole muchos parches, durante sus 23 años de saquear a los trabajadores y mantenerlo artificialmente con vida.
El SAR descuenta una cantidad, al trabajador y otra la pone el gobierno y otra la pone el patrón,más la rentabilidad bancaria o de inversión y con eso se planea jubilar o pensionar a los trabajadores. Las afores invierten en una sociedad de inversión especializada en fondos para el retiro (Siefore), para obtener rendimientos, organismos que están reglamentados por la CONSAR, que depende de la secretaria de hacienda.
El sistema de ahorro para el retiro, fue instituido no para otorgar pensiones justas y hacer justicia social a los trabajadores sino para reducir la responsabilidad del gobierno y trasladarla al trabajador mediante un negocio bancario y liberar recursos fiscales garantizando recursos adicionales para el pago de la deuda y armando un negocio privado rentabilísimo.
A pesar de ello el gobierno sigue quejándose de que dedica demasiados recursos al pago de las pensiones, pero el SAR que debería ser un alivio para el fisco no lo es, sino una carga, pues el SAR invierte en bonos del gobierno, más o menos el 51 % de su cartera es decir un poco mas de dos billones de pesos que el gobierno lo convierte en deuda y se lo gasta y luego no tiene dinero y se convierte en un pasivo mas , es decir el SAR endeuda la país año con año y además el gobierno paga intereses, de alrededor de 108 mil millones de pesos al año, con la tasa de cetes actual y los ahorros de los trabajadores pierden como 40 mil millones de pesos anuales por lo que les cobran las afores por administrar la cartera, con todas estas cantidades y sin la carga de los 700 mil millones del servicio de la deuda, sin necesidad de especular alcanzaría para pagarle a los jubilados una jubilación digna.
Por ello el gobierno debería encargarse de pagar las pensiones y acumular el tiempo trabajado de todos los trabajadores en cualquier empresa pública o privada, para esos se pagan impuestos, pero el gobierno con las nuevas disposiciones para las afores dice que aumentar las aportaciones al SAR no será un costo para los trabajadores pues los patrones lo pagaran, pues sí; pero ellos lo transferirán al consumidor, es decir lo pagaremos todos otra vez, imagínense una propuesta del C.C.C. que es más de lo mismo, que es como ponerle un respirador al SAR y mantener vivo un sistema ineficiente y caro.