Política

Nuestros nazis y nuestros Dachau…

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  • Nuestros nazis y nuestros Dachau…
  • Juan Pablo Becerra-Acosta

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Vi en Netflix un documental —dirigido por Laurent Bouzereau— llamado Five Came Back. Consta de tres episodios y versa sobre los trabajos visuales que realizaron, durante la Segunda Guerra Mundial, cinco grandes cineastas: John Huston, John Ford, Frank Capra, William Wyler y George Stevens. Además de propaganda fílmica, para sensibilizar a la gente sobre la necesidad de que soldados estadunidenses participaran en la conflagración, esas piezas mostraron la dureza del conflicto bélico, documentaron sus secuelas (eso que años después fue denominado “estrés postraumático”), y exhibieron la barbarie de los nazis.

Stevens se topó con el infierno y lo filmó (tercer capítulo): en el campo de concentración y exterminio de Dachau, a 13 kilómetros de Múnich, registró el terrible destino de miles de asesinados y calcinados, y la agonía de cientos de sobrevivientes, hombres, mujeres, ancianos y niños escuálidos, de miradas extraviadas, humilladas y aterrorizadas.

Su trabajo sirvió para que, después de la guerra, el mundo entendiera las monstruosidades del nazismo. Sus crudas imágenes fueron usadas en los Procesos de Nuremberg para condenar a varios de los cabecillas de Hitler.

¿Qué verbo hay que utilizar para entender lo que hacían los nazis con cientos de miles de personas de todas las edades que fueron torturados y luego ejecutados o calcinados? El más preciso verbo es aniquilar. También exterminar. Lo que hicieron fue infrahumano. Monstruoso. Despiadado. Inmisericorde. En inglés, evil. Algo así como malvado.

Creo que, salpicados de tanta violencia, hemos dejado de entender lo que sucede y hemos dejado de llamarlo por su nombre. Lo que ocurrió hace una semana, eso de balear y quemar a tres mujeres y seis niños, incluidos dos bebés de siete meses, pertenecientes a la familia LeBarón, fue abominable. Macabro. Infrahumano. Monstruoso. Despiadado. Inmisericorde. Evil. Y sembró terror.

Lo he redactado desde tiempos de Fox e insisto: comprendamos contra qué está lidiando México en esta guerra entre narcos y contra el crimen organizado. ¿Cuántas barbaridades hemos visto perpetrar a sicarios en los últimos 13 años? ¿Cuántos campos de exterminio hemos hallado en forma de fosas clandestinas donde los criminales fueron a dejar cuerpos destazados, calcinados, torturados, tanto de menores de edad como de mujeres y hombres jóvenes? ¿Y fosas comunes, donde las autoridades tuvieron que botar miles de cuerpos sin nombre? ¿Cuántos más vamos a encontrar hasta que sepamos dónde quedaron más de 30 mil desaparecidos… y los que se sumen?

Los monstruos mexicanos (“terroristas”, les llamó un LeBarón), que han engendrado cientos de Dachau, tienen que pagar sus crímenes. Esa es la única manera de evitar que esta masacre se extienda más décadas: justicia. Asimilemos: estamos en medio de una guerra de criminales sin remordimientos. No hay tregua. No hay negociación. No hay rendición. Son machos misóginos. Amorales. Prefieren morir. Exterminarse y arrasar con quien se cruce. Como Estado, tenemos que proteger a la población y perseguir a esos entes: pelear esta guerra, con toda la letalidad que sea necesaria y posible, sin violar derechos humanos.

Lo demás es grilla y frases políticamente correctas… que no evitan exterminios.

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@jpbecerraacosta

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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