Señor alcalde Román Alberto Cepeda González:
Sirve esta columna para desearte que este 2025 te resulte un mejor año que los tres anteriores.
Te lo deseo al haber iniciado ya tu segundo tiempo (en términos futboleros) como presidente municipal de nuestra querida ciudad.
Al igual que mucha gente, muchísima gente, creo que el primer lapso no resultó como pudo ser.
Llegaste al cargo como un montón de entrenadores del Santos Laguna, directores técnicos que –si acaso- apenas si alcanzaron a terminar una etapa y fueron cesados. Eso es lo que provocan los malos resultados.
No se mide igual en términos de partidos políticos y menos en materia política electoral. Porque el equipo no funcionó, y solo uno que otro jugador sí se responsabilizó de sus tareas, el entrenador es removido, cueste lo que cueste.
La afición, el público, en este caso la población, la ciudadanía, empieza a pedir su cambio, que sea despedido y que, además, varios de sus jugadores corran también la misma suerte y se vayan a buscar su futuro en otros clubes.
La gente no se equivoca.
El Santos Laguna no tuvo en los últimos años nada digno para su historia guerrera, para su lucha de veras en las canchas, pues haya sido directiva, su entrenador y cuerpo técnico, así como sus jugadores, salían a romperse el pecho, con enjundia, pasión, entrega, humildad, haciendo viajes larguísimos en autobús porque no tuvieron siempre las comodidades de ahora.
Ni en las peores condiciones financieras que ha tenido se le vio tan mal como recientemente.
Pues igual, válgase la comparación, sucede con la administración que encabezas, Román Alberto.
Lo que dijiste en tu toma de protesta ante el cabildo y en el Teatro Nazas, solo le cambiamos la fecha y es lo mismo que han expresado casi todos los alcaldes.
Haz repetido en el cargo a funcionarios de poca monta, de escaso nivel y bajo rodaje para hacer frente a las necesidades, exigencias y retos de Torreón y su noble gente.
La imagen y fama pública de tu administración en el primer tiempo no logras borrarla, no la escuchas.
No aceptas la crítica porque no eres sensible a lo que otros opinen de la gestión pública.
Y si bien ganaste la elección en que se te reeligió, bien sabemos los cómo y por qué.
Las siempre honestas autoridades electorales (como también los dirigentes en el futbol) saben hacer lo necesario para que los resultados en la cancha no se alteren y sí prevalezcan, pese a las mentadas de madre en las tribunas.
El futbol es un gran negocio, tan grande o más que la política. ¿O no? Pero, ¿sabes algo? La afición se retiró del graderío en el TSM porque no fueron escuchados, y sus dueños ya no pueden aparecerse tan fácil sin que sean juzgados durísimo, sin compasión.
Igual es para ti, alcalde.
Te puede pasar lo que está pasando.
Querer a base de evasivas y autoritarismo resolver los problemas no es lo idóneo.
Como no lo es en el Santos, el que solo unos cuantos jugadores sean autorizados a dar entrevistas a los medios y con preguntas cómodas.
Y la tarea crítica apenas asoma en la prensa.
Torreón requiere de más, mucho más.
Sí, un alcalde, un presidente municipal capaz de convencer con resultados, con trabajo ordinario y extraordinario pues para eso recibe un sueldo bastante generoso, más pagos extras de quién sabe qué tantas cosas y conceptos agregados.
Y que logre que su equipo en realidad sea de colaboradores de primera, decentes, honestos, que se partan partan el alma, suden la camiseta, recorran toda la cancha (el municipio) y no hagan jugadas de relumbrón para salir en la foto y en la crónica periodística, como lo haces tú y lo hicieron todos en los años 2022, 2023 y 2024.
Que no decidas lucirte con jugadas vistosas pero inútiles como las jardineras en la Colón u obras innecesarias en estos tiempos cuando hay otras realmente prioritarias, aunque el público no las vea: el drenaje pluvial, por ejemplo.
En fin, es momento de cerrar la columna. De veras, deseo que Torreón se convierta en un referente de ciudad en el norte del país.
Y para ello, aún hay deberes por hacer, con orgullo y humildad, con visión y sin necedades, con amor y no solo deseo. Y con estrategias para ganar.
Escucha, escucha a la afición Román Alberto. De lo contrario, el fantasma de la inconformidad sobrevolará en todo el municipio.
Buen año para ti, para todos.