El peor enemigo de los mercados financieros, de la inversión y de un negocio o un país es la falta de certidumbre. Hoy los destinos que atraen más inversión ofrecen seguridad, un marco legal sólido, un mercado potencial y un retorno atractivo. Son muchos los elementos que le dan certeza a la inversión, y si se fijan, se empieza por la seguridad y el bienestar de las personas.
Hoy el coronavirus amenaza a la economía por todas las implicaciones y afectaciones a cadenas de suministro y la consecuencia de cancelar clases, días de trabajo, comercios, ferias, festivales, partidos de futbol, premios y quizá hasta las Olimpiadas. Detrás de estas afectaciones está como último fin: preservar la vida, y cuando es la vida la que está en riesgo, lo económico es una consecuencia y pasa a segundo término.
Estamos lejos de poder afirmar que lo peor ya pasó y es incierto si se convertirá en pandemia, pero es de llamar la atención que desde que empezó este tema, en un mundo con 7.7 billones de habitantes, se presentan las siguientes estadísticas al martes 3 de marzo: 92 mil 332 casos y 3 mil 137 muertes, lo que nadie ni ningún medio dice es que 48 mil 458 ya se recuperaron, por lo que solo restan 40 mil 737 casos activos, de los cuales 33 mil 639 están estables y fuera de peligro; en situación crítica o delicada, 7 mil 98.
Cuando veo esta información me tranquilizo. No sé si ya pasó lo peor, pero ver que la mitad de los casos ya se recuperaron y que la otra mitad la va a librar me reconforta. ¿Qué me preocupa? La incapacidad de manejar bien esta situación, tomarlo a la ligera y no hacer nada al respecto, la cultura de la reacción y no de la prevención.
Mientras tanto, los mercados han estado muy volátiles, al punto de que después de que la Fed bajó de manera sorpresiva 50 puntos base la tasa, para ubicarla en 0.75%, la inestabilidad y la incertidumbre continúa. Hay varias formas de leer esta baja: elecciones, supermartes de elecciones en EU, preocupación por lo que viene, etc.
Me llama la atención que lo hayan hecho así, 0.50%, me da la impresión de que están quemando municiones muy pronto. También se pueden sumar otros bancos centrales que ya tienen tasas negativas, como el Banco Central Europeo, de Japón, Inglaterra, Canadá y el de México. Todos se reúnen en marzo y algo harán, si no es vía tasa, será a través de inyección de recursos, recompras o diversas estímulos monetarios.
Lo que es ya una realidad es un recorte al crecimiento global de 10 a 20% y lo que está en riesgo es una recesión global. Me gusta el mercado accionario de EU después de las bajas y con visión de largo plazo, también me gusta el dólar. Es difícil comprar en el piso, pero los precios después de la baja de la Fed son atractivos. Dentro de esta incertidumbre hay un milagro que puede ponerle fin: que saliera una medicina como el Tamiflu (que en la epidemia de la H1N1 evitó muy pronto su propagación). El desarrollo de una vacuna tomará mucho más tiempo. Por lo pronto calma y a pensar como los grandes inversionistas; vender caro, por ejemplo, dólares arriba de 19.80, y a comprar barato, acciones que han tenido descuentos desproporcionados.
[email protected]
@juansmusi