Política

Hablemos de marihuana

  • Columna de Juan María Naveja Diebold
  • Hablemos de marihuana
  • Juan María Naveja Diebold

Esta es la primera vez en más de 15 años que tiene esta columna que toco este tema porque al no ser usuario potencial ni médico, ni recreativo, no creo que mi opinión tenga la misma validez que la de alguien que, si no es usuario, por lo menos podría serlo. Decidí que era el momento de abordar el tema cuando leí un par de columnas de opinión en The Washington Post.

La primera, publicada el 15 de julio, claramente abogaba por su consumo generalizado “desmitificando” los prejuicios comunes en contra de la yerba. Efectivamente, ninguna de las acusaciones comunes, todas las cuales hemos escuchado, en contra de su uso suena suficientemente contundente como para desmotivar a un usuario potencial. Sin embargo, a la hora de leer su “desmitificación”, los argumentos me sonaron alarmantemente ambivalentes y al investigar cada una independientemente, encontré que son cinco argumentos bastante razonables, si no convincentes, para no consumir marihuana.

1. Conduce a consumir otras drogas: argumenta que también el 99% de los que usan otras drogas tomaron leche de bebés y eso no los hizo drogadictos… La investigación que trata de refutar es que el 99% de los usuarios de drogas fuertes se iniciaron consumiendo marihuana (tampoco un argumento contundente en contra). 2. Induce a la violencia: reconoce la amplia documentación de relación entre psicosis y marihuana, pero sostiene que la coincidencia no es causal sin explicar o documentar por qué. 3. Su potencia es indicador de calidad o seguridad: ante la evidencia que el cannabis de ahora es 12 mil 600 veces más potente que en la época que se popularizó en los 1960s, el autor dice que eso no es posible porque implicaría una concentración mayor al 100 por ciento, pero por supuesto que es estadísticamente posible y no sabe matemáticas 4. Diferentes tipos, producen diferentes efectos: la evidencia científica es que no es cierto y su explicación es que no hay un entendimiento de los cientos de componentes químicos que tiene la marihuana comercial… En efecto, me parece que es una razón más en contra, no a favor. 5. La legalización ha sido catastrófica: Refuta que la poca información que muestra que la legalización conduce a más adolescentes al uso es justificada porque también indica que al consumir más marihuana, consumen menos alcohol. Esto no me hace sentir mejor.

La segunda, con fecha del domingo pasado, indica que México debería legalizar la marihuana por la moda “fresa” de comprar productos de cannabis estadounidenses. Ahora, esta lógica, tiene muchísimo sentido. Al crear una industria legalizada, los estadounidenses están logrando un producto de mejor calidad que se puede vender más caro y con el uso tan ampliamente adoptado en México, no tiene mucho sentido la continua criminalización.

A final de cuentas hemos llegado al punto que quien la quiere usar, lo va a hacer. Socialmente ya no es solo permitido, pero además es bien visto y hasta tiene una connotación de inculto si no se consume. ¿Significa eso que deberíamos hacerlo? Para nada. La investigación de las consecuencias de su consumo está a décadas de entender sus consecuencias. Aun así, no debería ser un producto criminalizado. La gente se mete un sinfín de productos nocivos a sus cuerpos, desde lo que comemos, hasta farmacéuticos con y sin recetas y por supuesto, productos para recrearse y lidiar con el estrés. ¡Ah! Pero que no sea la vacuna contra el covid, que esa sí les asusta…


Juan María Naveja

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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