Gooool gritó el lagunero, Lozano lo festejó con fervor, reclamó de más, lo amonestaron y se anuló.
La falta había sido de Abella, 4 segundos atrás. ¿Para eso está el VAR? ¿Así se concibe esta nueva modernidad? En mis apuntes locos, escribí al minuto 4: Si Santos sigue así, va a ganar.
¿Por qué; qué se había detectado? Muy simple. Traían hambre de ganar su quinto partido seguido, ya habían llegado tres veces con cierta claridad, la fabricaron con generosidad y la casa andaba de feria atrasada.
Pero el análisis debe ser total, integral, partiendo de las individualidades sobre todo de aquellas que han recibido gratis la titularidad. Es una situación complicada para el que esto escribe.
Digamos que Santos jugaba bien, perdía pelotas tontas, incomodaba a tiempo, llegó, puso dos en el travesaño provenientes de balón parado, pero los consentidos andaban en recreo.
Entregaban mal, muy mal la pelota cuantas veces querían; al cabo son consentidos, nadie les va a reprochar, ni la afición que poco detecta eso porque los 12 puntos ahogaban todo mal, encubrían.
Al irse al descanso, el VAR bien interpretado y mejor juzgado, le salvó la vida a la casa.
Partido agradable, que pudo ser de empate a 6, insólito, donde el que era líder general estrelló otra más en los postes, falló dos muy claras de gol y le restaron una anotación que ya había celebrado.
Lástima que fue el lagunero Lozano el responsable de fallar frente al arco y sin portero al minuto 2 del complemento.
Y como el que perdona, pierde, pues las condicionantes del gran encuentro, se la cobró muy cara al Santos.
Ahora bien, y lo dije en la televisión desde el viernes, la posible derrota del ex puntero, estaba en el panorama por las ausencias vitales de sus dos centrales, hasta antier, titulares en cuatro jornadas.
Pero como en esta vida sigue habiendo responsables, Almada no la libra en segunda instancia porque ni Torres, ni Rivas y menos el consentido Fernando, deben ser titulares.
Es la gran enseñanza de la derrota que pudo terminar en victoria.
Los caprichos deben estar escondidos, y deben erradicase las preferencias, las querencias y las “conocencias” por el bien del mismo entrenador y obvio para beneficio de la institución 6 veces campeona en este país, no en Ecuador.
Que alguien con autoridad y conocimientos de futbol le diga al uruguayo que anda mal. El Presidente de aquí, el que finge que funge, no sabe de qué se trata esto.
