La forma de dirigir su empresa el Club Santos Laguna en cuanto a la conformación de jugadores, lo distingue y le viene dando resultados.
Algunos aficionados, inconformes, no aceptan tal manera pero por otra parte debe existir suficiente grado de comprensión para asimilar y admitir lo que realiza.
Maneja tres fundamentales columnas vertebrales. Una: extranjeros de precio módico. Dos: nacionales algo consolidados. Tres; formados en casa.
Hoy en día dichos jugadores son: Torres, Dória, Correa, Preciado, Brunetta.
Estos ya han dado su aporte significativo. Además, Cecilio, y los dos que acaban de llegar, González y Rodríguez.
Los mexicanos son: Lajud, “Dedos” López, Hugo, Cervantes. Los de casa: Acevedo, Campos, Aldo, Jair, Aguirre, Medina, Mariscal y Muñoz.
Los nombres no asustan a nadie. Si son conocidos es porque sus actuaciones han destacado y con eso basta para rendir frutos a la institución.
El aficionado exigente desea nombres y apellidos que lo vistan más, que aporten para tener un campeonato como si su equipo no tuviera ninguno en su haber.
Es una filosofía de vida organizacional que cuesta trabajo aceptar porque al voltear a ver a otras empresas del mismo ramo, ejemplo los regios, la incomodidad brota.
Todo se complica al comparar. Distraer la atención congela el alma.
Si Lainez llegó a Tigres y si pocos días antes incorporaron a Nico Ibáñez, probablemente eso provoca envidia y molestia.
Es necesario darnos cuenta que la filosofía de Santos funciona y también hace vibrar el espíritu.
Visitar a Ciudad Juárez es otra ocasión para solidificar su postura correcta que se dificulta admitir porque el oropel de la riqueza de otros estorba al momento de hacer un justo balance.
¿De qué se trata? Tener equipo en casa, sano financieramente, que aporte resultados destacables siempre y cuando exista el fiel cumplimiento de valores y de procesos porque campeón, ya lo ha sido.