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Mentes criminales

Mi recurrente preocupación: el mal infligido hacia el otro se manifiesta sin juicios morales, sin culpabilidad. Es el único punto en el que coinciden todos los trabajadores de la salud mental. Coincidencias: estuve estudiando las motivaciones —siempre subjetivas— de los hombres y de las mujeres que, incluso para llegar a lograr “objetivos personales” hacen con placer innato lo que sea. Los patrones conductuales son exactamente los mismos: el engaño, la muestra inicial (la imagen que presentan) casi beatífica, son sus trampas. Luego no tarda el zarpazo y la turbación en quienes no lo esperaban.

Placer innato al mal. No se entiende de otra manera. El problema, por otro lado, es que muy a pesar de todo, no podemos distinguir aún con precisión el bien del mal, asunto de conciencia, de normatividad, de obedecer “una ley”.

Pero los resultados son nefastos. José Tovar y la ya afamada Feggy Ostrosky publicaron (Ed. Manual moderno, México, 2013), “Mentes criminales”. El eje de la investigación es el mismo: se elige o no se elige hacer el mal. Creo, en todo caso, que hacerlo nace de una tendencia que tiene que ver con factores disímiles que nadie puede cambiar al menos de que se toque fondo —como en cualquier otra adicción— y se busque ayuda profesional. La paradoja invariante de la psiquiatría italiana insiste en la posición de que el paciente siempre llega pidiendo inconscientemente que no se atrevan a cambiarlo.

Invisibles fronteras separan lo “normal” de lo “patológico”, es cierto. Aquí los autores abordan el problema desde la relativa “novedosa” Neurociencia. Se explica el hecho, no el motivo interior. Ése ha sido el gran problema.

Los autores sostienen que el comportamiento moral proviene de una base neurológica pero ésa es una teoría basada en el caso clásico de Phineas Gage, un capataz que sufrió daño cerebral debido a un accidente y que dañó severamente la toma de decisiones.

¿Y el mal en los actos cotidianos? ¿Y lo que queda para siempre oculto? En síntesis: los velos no se corren. La neurociencia no logra esclarecer, pese a sus grandes esfuerzos, a qué obedece la conducta del mal. Encuentro una aproximación en “Mentes criminales”, sólo eso.

Muy a pesar de los tecnicismos de “Mentes criminales” queda la propuesta. Teorías de la personalidad y teorías de la psicología han llegado a plantear que el mal es innato al hombre. Es un misterio.

@Coleoptero55

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Juan Gerardo Sampedro
  • Juan Gerardo Sampedro
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