Se le debe a Robert Fossier (Penguin Random House, 2007) el amplio registro de administrar la conducta, en un volumen compacto de la "Gente de la Edad Media"). en el largo transcurso que estudié sobre el mismo tema descubrí investigaciones vitales como las de Georges Duby, Jacques Le Goff o Régine Pernoud.
Ahora ha sido una sorpresa que, muy similar al estilo de los autores mencionados, Robert Fossier se halla ocupado de algo tan importante como lo es la vida cotidiana de los hombres y las mujeres que veían el nacimiento del día y la oscuridad de la noche sin poderse explicar muchos de esos fenómenos.
Informado y ameno, "Gente de la Edad Media" ofrece una panorámica amplísima de lo que sorprendía o no a los europeos del siglo XII hasta la entrada del Renacimiento en el XV. Habrá que señalar, como lo define el propio Jacques Le Goff que para precisar el periodo medieval no se trata de partir el tiempo como si se lo hiciera con un cuchillo a la mantequilla. Esos siglos (antes de la antigüedad al Renacimiento) solo lo impusieron los investigadores. Nadie puede saber a ciencia cierta si se trata de algo que comenzó antes y concluyó hasta el VXIII de acuerdo a lo escrito por Jacques Le Goff.
Algo parecido opina Robert Fossier aquí. Lo que me ha llamado la atención profundamente es que en "Gente de la Edad Media" no se trata de un panorama histórico o sociológico de "lo medieval", considerado como el oscuro periodo del hombre en la concepción popular. El hombre ya había dado nombre a las cosas: dividió el cielo de la tierra, reconoció el pasó de las horas y las registró debidamente, supo distinguir el aire del agua, descubrió los beneficios de la pólvora y se comenzó a defender (miedoso por inexplicable) del embates de la naturaleza: sismos, tormentas, eclipses, etcétera.
¿Qué me ha detenido más de todo lo que contiene la "Gente de la Edad Media"? Habla del hombre desnudo, de las etapas de la existencia, de los otros hombres que observan a los ojos de sus semejantes. Es amplia y vasta la panorámica.
La literatura está plagada de mar, regularmente de forma trágica. El mar es agresivo, es inmenso y desconocido, terrible. El mar es un castigo que conmueve. Un misterio, decían los hombres del Medioevo.
Juan Gerardo Sampedro