Política

¿Desastre? ¿Regeneración nacional?

  • Sin coincidencias
  • ¿Desastre? ¿Regeneración nacional?
  • Juan Gabriel Valencia

A medida que se acercan las elecciones se agudiza el desastre en el que se ha convertido este país. Es lo que se aprecia como punto de vista mayoritario en las encuestas. Rumbo a esos comicios hasta existe un partido nombrado de regeneración nacional, esto es, en la ruta de asumir el poder público para regenerar lo que degeneró, la nación, según su adjetivo nacional. “Estamos jodidos”, sintetiza reflexivamente de manera concluyente la propaganda del Partido del Trabajo. Para la mayoría de las acciones partidarias el país se consume entre la corrupción y la letalidad originada en el “insaciable apetito” de opiáceos, en expresión del secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos. La Junta de Gobierno del Banco de México argumenta, en defensa del aumento de la tasa de interés, perspectivas negativas para 2018 no necesariamente asociadas con el desempeño de la estructura productiva sino a otros factores. Léase causas políticas y las elecciones. En los próximos meses seguramente el panorama mediático se tornará más sombrío y el malhumor social será creciente. Toda una atmósfera que engloba puntos de vista plurales pero convergentes.

Existen puntos de vista diferentes, aunque no voten por no ser mexicanos. Hace unas cuantas semanas decía López Obrador que la reforma energética no existe, no se ve. En parte tiene razón; la reforma energética como tal ya no existe porque se concluyó en 2014. Es discutible al menos, para que no se ofendan algunos, si se ve.

Hasta ahora el nuevo modelo energético de México derivado de esa reforma que molesta a tantos ha atraído el compromiso contraactual, no simplemente de palabra, de 78 mil millones de dólares entre empresas mexicanas y extranjeras, un total de 121 empresas de acuerdo con lo informado por el secretario de Energía.

Esa información dura, comprobable y de acceso al público resulta de 199 contratos firmados entre 2015 y junio de 2017. Más aún, la cifra de esas inversiones podrá llegar a fin de año a 100 mil millones de dólares, sin considerar las cifras estratosféricas que provendrán de las licitaciones próximas a convocatoria que incluyen, entre otras, por fin, aguas profundas y yacimientos no convencionales.

¡Ah! ¿Pero y el gasolinazo? Nunca ningún funcionario ni legislador directamente involucrado en la reforma energética comprometió a corto plazo una baja en el precio de las gasolinas.

El nuevo modelo energético de México no es aspiracional ni está sujeto a promesas de campañas. Ya en el momento actual, 56 empresas de orígenes nacionales tan distintos como China, Australia y Reino Unido trabajan en exploración y explotación de nuevos yacimientos y en recuperación de campos. O no han escuchado la propaganda del Partido del Trabajo, o son temerarios o quizá sepan que no solo el gobierno mexicano, sino que la nación y la sociedad mexicana en su conjunto tienen fortalezas que hacen de México un lugar verdaderamente atractivo para las inversiones en plena tendencia recesiva mundial, no solo de inversiones energéticas, sino de inversiones en general. Claro, como cualquier otro, esas decenas de miles de millones de dólares son otro punto de vista.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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