En el ocaso de la LXIV Legislatura y rumbo a la sucesión gubernamental de 2022, el Congreso del estado aprobará este lunes 158 dictámenes, en la que será su tercera sesión extraordinaria celebrada en agosto, de los cuales 125 tienen que ver con cuentas públicas municipales, correspondientes a los ejercicios fiscales de 2019 y 2020.
Considerando que una cuenta pública no aprobada es una mortificación que coloca bajo arraigo a las estructuras partidistas controladas por los alcaldes y alcaldesas, el siguiente pase de lista tiene una perspectiva política en términos de votos, en la víspera del inicio del proceso electoral 2021-2022.
Treinta y tres alcaldes y alcaldesas serán notificados al final de la sesión que se realice este día, que sus cuentas públicas no fueron aprobadas, aunque en algunos casos presenten finanzas superavitarias.
Y otros recibirán la buena nueva de una o dos cuentas públicas aprobadas, a pesar de que en algunos casos existan finanzas deficitarias.
Las cuentas públicas que no pasaron el examen de la Auditoría Superior del Estado fueron las de Abasolo, Altamira, Antiguo Morelos, González, Gustavo Díaz Ordaz, Güémez, Guerrero, Jaumave, Jiménez, Mainero, Matamoros, Miguel Alemán, Llera, Nuevo Morelos, Palmillas, San Carlos, San Nicolás, Tula, Villagrán, Río Bravo y Reynosa.
Al igual que las Comapas de Altamira, Antiguo Morelos, Jiménez, Gustavo Díaz Ordaz, Miguel Alemán, Nuevo Morelos, Ocampo, San Fernando, Valle Hermoso, Tula, Victoria y Matamoros.
Puesto que los dictámenes resumen, en una decena de páginas, la acuciosa revisión que realiza la ASE a las finanzas municipales durante una anualidad, resulta complicado saber por qué en algunos casos las cuentas públicas se aprueban con déficits y en otros se reprueban con superávits, indistintamente del partido en el gobierno.
Lo cierto es que los dictámenes positivos o negativos cumplen una función ecualizadora, atenuando o amplificando el poder de movilización que tienen los grupos políticos municipales, cuyas estructuras tienen la vitamina para marcar la diferencia entre ganar o perder una elección crucial, como lo será la sucesión gubernamental de 2022.