Era. Carlos Alcaraz (1) y Casper Ruud (2) rompieron el circuito marcando otra velocidad, alcanzando una nueva distancia y golpeando la pelota con potencia y consistencia desconocidas: estos jóvenes se salen de las pistas. Alcaraz y Ruud representan el ciclo natural del tenis: son más fuertes, más rápidos y más ágiles, lo que no sabemos todavía, es si serán más humildes, más gentiles y más grandes. El tiempo, las victorias y las derrotas ponen a cada deportista en su lugar. Ahora, les queda un largo camino por recorrer y una historia muy pesada para cargar: a partir de hoy, el deporte los mira como esos chicos de la nueva era que vienen tras Federer, Djokovic y Nadal.
Candidato. Realizó 83 lanzamientos durante 7 entradas, permitió 5 imparables, admitió 2 carreras, otorgó 2 bases por bola y alcanzó su victoria número 16 de la temporada el sábado pasado en el Petco Park, cuando los Dodgers vencieron a los Padres. Julio Urías sigue siendo el deportista mexicano del momento y uno de los peloteros más valiosos de las Grandes Ligas. Excluido misteriosamente del Juego de Estrellas, Urías mantiene números de candidato a Cy Young por la Liga Nacional: es el lanzador con más triunfos, primero en efectividad con 2.30; segundo en bases por bolas otorgadas y hits permitidos por entrada con 0.95; y con .197, es tercero en promedio de bateo en contra. Septiembre, mes patrio, será determinante.
Pañuelo. Consigue que el domingo sea más largo, los lunes más rápidos y el sillón más amplio; que la pantalla no parezca plana, que el menú se quede corto y que la distancia entre la cocina y el salón, se vuelva inmensa. La NFL tiene la enorme virtud de hacer las cosas a su medida: extra grandes. Por encima del deporte, la razón de su espectáculo es pasarla bien. Uno de cada tres comensales en un domingo de NFL no entiende el primero y diez, preguntan por qué los jugadores pintan sus pómulos para ir a la batalla y se sorprenden porque vuelan pañuelos entre osos, bucaneros o acereros. A este espacio que la NFL fundó en nuestras casas, llegan más personas cada temporada: el que solo viene a comer pregunta, el que pregunta entiende, el que entiende repite y el que repite tres domingos, se queda.
José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo
