En solo unas semanas, una de las grandes promesas del futbol se ha quedado fuera de la Champions League y de la Copa del Mundo. El noruego Erling Haaland, figura del Dortmund y de su selección nacional con apenas 21 años, tiene un largo camino por delante, pero ha dejado pasar una gran oportunidad para exhibirse en la cima del futbol.
No podrá dejar de ser noruego, pero sí puede cambiar de equipo. Una posibilidad que a su edad y bajo estas circunstancias, parece obligada. A lo largo de la historia, el futbol nos ha enseñado que sus máximas figuras son capaces de provocar diferencias en sus clubes y selecciones siendo juveniles. Haaland lo hace, pero en estos tiempos, no alcanza con ser la estrella de la plantilla y de la convocatoria, sino la estrella en los mejores campeonatos.
La carta de Haaland, uno de los documentos más valiosos del juego, podría perder valor en relación, por ejemplo, a la de Vinicius: el joven al que el Real Madrid y la selección brasileña colocan en el mayor escaparate que puede existir: el equipo más famoso de la Champions y la selección más célebre de los Mundiales. ¿Es mejor jugador Vinicius que Haaland? Solo el tiempo responderá esa pregunta, pero no cabe duda que la Champions y el Mundial, serán determinantes para que el brasileño supere al noruego en el mercado.
El caso de Haaland nos hace recordar lo que sucedió en los años ochenta con aquella generación danesa encabezada por dos atacantes que el mundo entero conoció en México 1986: Preben Elkjaer Larsen y Michael Laudrup. Mientras Larsen, un delantero descomunal, jugó el Mundial con 29 años, Laudrup lo hizo con 22; marcando el inicio de una carrera brillante que le colocaría en los mejores equipos.
Nunca sabremos qué habría pasado con la carrera de Larsen si Dinamarca califica a los Mundiales de Argentina 78 y España 82. Lo que sí sabemos, es qué fue de Laudrup después de aquel Mundial.
José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo