Cuatro pasos atrás. Entre la banca y línea de banda hay cuatro pasos de distancia, de la banca al campo son muy cortos, pero del campo a la banca, muy largos: es la desviación que toma un jugador para volverse entrenador. A veces pienso que a los grandes jugadores, aquellos de los que es imposible borrar un recuerdo, empañar su prestigio o pitarles durante un partido, deberíamos prohibirles convertirse en entrenadores. Es verdad que la percha del jugador nunca se vence, pero la gabardina del entrenador pesa. Viendo a Xavi sufrir en la banca del Bernabéu, daban ganas de pedirle que diera unos cuatro pasos atrás para volver al campo. Yo espero que el Xavi entrenador jamás nos haga olvidar al Xavi jugador.
Toni el preciso. Toni Kroos, el futbolista que tiene un sextante en la cabeza, un péndulo en la pierna y un teleobjetivo en la mirada, resumió en 15 segundos los próximos 15 años del futbol. El “preciso” Toni dijo: “Me preocupa el futuro de este juego por el perfil de jugadores que están buscando los clubes, lo primero que preguntan es qué tan grande, fuerte y veloz es un futbolista, al final, si se acuerdan, también preguntan si sabe tocar el balón”. Lo mismo que piensa Kroos, se pensaba 15 años antes de la existencia de Kroos: la evolución del futbol ha sido más física que técnica, es una desviación del juego. Por eso cuando llega alguien con fondo físico y formas técnicas, destaca.
Beat LA. El cariñoso pueblo de San Diego ha tenido muy pocas oportunidades de vencer al poderoso pueblo de Los Ángeles. A lo largo de la NBA y a lo ancho de la NFL, este apacible condado californiano nunca logró arraigar un equipo capaz de competir con la gran metrópoli de la Costa Oeste; hasta que llegaron los Padres, que al grito de Beat LA, desviaron las luces de la MLB hacia su tierra. Los Dodgers, con una temporada regular para enmarcar en Cooperstown, dieron a San Diego la oportunidad de escribir su nombre en algo más que una guía de turistas: este equipo no tiene nada de comodín. Una de las principales cualidades del deporte es conseguir que miremos a una ciudad pequeña, como una ciudad monstruosa. Las buenas franquicias deportivas terminan siendo monumentos.
José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo