Política

Gastar mejor los recursos públicos

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  • Gastar mejor los recursos públicos
  • José Luis Reyna

El secretario de Hacienda declaró la semana pasada que “el gobierno del presidente Peña está decidido a gastar mejor los recursos públicos”. Se deduce que es necesario un ajuste para hacer el gasto más eficiente y menos improductivo. México se encuentra en la posición 14 al considerar todas las economías del mundo. Sin embargo, el manejo de los recursos públicos muestra un mal manejo que se refleja, entre otras cosas, en el nivel de vida de la población: la mitad es pobre y más de 50 millones se encuentran en alguna situación de pobreza. La informalidad económica es muy alta. Los recursos para abatirlas no han dado buenos resultados.

El país se encuentra inmerso en un marasmo cuyo mejor indicador son las mediocres tasas de crecimiento económico: somos el país del 2 por ciento promedio anual desde hace tres décadas. Eso no impide, como una muestra del problema, que se mantenga una de las burocracias más numerosas y mejor pagadas del mundo. En el Senado, por ejemplo, se les paga a 500 trabajadores sindicalizados 10.3 salarios mínimos mensuales (23 mil pesos) por 4.5 horas de trabajo. En contraste, hay 37 millones de mexicanos que ganan entre uno y cinco salarios mínimos (entre 2 y 10 mil pesos) por ocho horas de trabajo. (Excélsior, 1/IV/15). No se diga del salario y las prebendas de los legisladores, cuyos ingresos mensuales son equivalentes a los de exitosos directores de empresa privada. Sus emolumentos suben año tras año en tanto que más de la mitad de los mexicanos, en edad productiva, declara que su situación económica es peor hoy en comparación con la del año pasado.

Con base en lo anterior se justifica el dicho del titular de Hacienda de que hay que gastar mejor los recursos públicos. Habrá que otorgarle el beneficio de la duda. Para ello, el gobierno federal ha entregado a la Cámara de Diputados la “nueva estructura programática que se utilizará en el Presupuesto de Egresos del año entrante, con enfoque base cero” que significa, para decirlo de manera simple, la probable optimización de los recursos públicos en beneficio de la sociedad: hacer más con menos.

Para “gastar mejor”, los programas del gobierno federal tendrán una disminución de 22.4 por ciento al reducirse de mil 97 a 851. De acuerdo con la iniciativa hacendaria, se “pretende eliminar programas cuya utilidad ya no tenga sustento”. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, se ahorrarían 402 mil millones de pesos (El Financiero, 1/VII/15). Ojalá se optimice el gasto público que, con frecuencia, se derrocha en tareas improductivas: gastos de imagen, asesores por doquier. Quedan, sin embargo, dudas si las restricciones presupuestarias que el país enfrenta hoy en día no se agudicen más en 2016, como consecuencia del ajuste anunciado.

En la integración del Presupuesto de Egresos 2016 no se afectará a la PGR ni a la Sedena: un indicador de la intensidad de la violencia. Hay diversos rubros, además, que no pueden ser disminuidos y la intención de “gastar” mejor no implica que haya recortes presupuestales en el ramo educacional. Sin educación de calidad no hay futuro nacional. Los recursos destinados al fomento de la ciencia y la tecnología tienen que incrementarse. En materia de salud no puede haber disminución tampoco. La política económica tiene que detonar el crecimiento, disminuir significativamente la desigualdad y combatir mejor la pobreza y acabar con el gasto superfluo de la clase política. Enfocar las políticas públicas hacia esas áreas haría válido el “gastar mejor los recursos públicos”.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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