En el anochecer del 9 de agosto de 1969, la joven Leslie van Houten participó en el asesinato del matrimonio conformado por Leno y Rosemary LaBianca. Los homicidios, ocurridos en la ciudad de Los Ángeles, California, forman parte de Los asesinatos Tate-La Bianca, una serie de sacrificios liderados por Charles Manson.
La noche anterior, otro grupo de jóvenes había acabado con la actriz Sharon Tate y tres personas más.
A Van Houten, a otras dos mujeres y a Manson se les condenó a muerte, pena que les fue conmutada por cadena perpetua.
El pasado 11 de julio, Van Houten, ahora septuagenaria, fue puesta en libertad, tras haber cumplido una “cadena perpetua” de 53 años en prisión.
No es la primera ocasión que el gobierno de Estados Unidos reduce la pena de prisión de por vida a unos años.
Por el contrario, las decisiones judiciales de Reino Unido son inapelables, se cumplen en tiempo y forma.
Por ejemplo, Myra Hindley e Ian Brady, Los asesinos de los Páramos, murieron en prisión, a pesar de que en el encierro escribieron libros, pintaron óleos e impartieron conferencias.
Algo similar ocurrió con Peter Sutcliffe, El destripador de Yorkshire, y con Dennis Nilsen, el burócrata solitario que mataba a sus amantes hombres cuando estos decidían marcharse.
Reino Unido aplicó por última vez la pena de muerte el 13 de agosto de 1964. Los condenados fueron Peter Anthony Allen y Gwynne Owen Evans. Más adelante fue abolido este castigo y suplantado por la prisión de por vida.
Actualmente quedan varios criminales en ese país esperando un milagro que posiblemente nunca llegará y que les permita caminar nuevamente en la niebla.
David Fuller, quien asesinó a dos personas y después horrorizó al mundo cuando se descubrió que había abusado sexualmente de más de 100 cadáveres femeninos en diversas morgues de Reino Unido, mantiene la esperanza. Joanne Dennehy, La mantis de Peterborough, fue detenida por su adicción a matar: tenía el propósito de acabar con la vida de nueve hombres. Sacrificó a tres, entre ellos a su novio.
Finalmente, la lista británica incluye a Rosemary West quien, en sociedad con su esposo Fred West, asesinó a 12 mujeres, incluidas una de sus hijas y su hijastra.