Los miembros del PRIAN pretenden que los ciudadanos se traguen la farsa de la insaculación de Pedro Arce como fiscal y Álvaro Ibarra como consejero de la Judicatura
Al inicio de su libro Sobre la violencia, Slavoj Žižek narra lo que, por conocido, muchas veces no se advierte: “Hay una vieja historia acerca de un trabajador sospechoso de robar en el trabajo: cada tarde, cuando abandona la fábrica, los vigilantes inspeccionan cuidadosamente la carretilla que empuja, pero nunca encuentran nada. Finalmente, se descubre el pastel: ¡lo que el trabajador está robando son las carretillas!”. Lo que el PRIAN sigue robando a los ciudadanos son las carretillas ejerciendo la propiedad privada de las funciones públicas. El trasvase del fraude a los ciudadanos tiene su correlato en la transición de legislaturas, esa carretilla de sobrevivencia política del grupo medinista: Francisco Cienfuegos, Álvaro Ibarra, Adrián de la Garza y su marioneta Pedro Arce.
Doctorados en marrullerías, los miembros del PRIAN pretenden que los ciudadanos se traguen la farsa de la insaculación de Pedro Arce como fiscal y Álvaro Ibarra como consejero de la Judicatura. La anterior Legislatura le deja servida de suciedad la mesa a la espuria nueva directiva. Entre la urgencia de las curules de Morena y Movimiento Ciudadano está la de remover o correr, da igual, al oficial mayor del Congreso (¿dónde quedó el voto de Jesús Elizondo?, y ¿se dobletearon votos?, según denunció la senadora Judith Díaz?).
Si el Congreso es el último reducto político del PRIAN, el futuro se les complica porque la ilegalidad es su ser en la vida pública. Alguien debe avisarles que ya perdieron y que después del verbo judicializar llega el verbo penalizar, porque no solo se sancionarían las faltas administrativas. Al hacer trampa en la instalación de la mesa directiva, Paco Cienfuegos y Adrián de la Garza ofrecieron como cabeza de turco a Lorena de la Garza y al oficial mayor quienes, posiblemente, recibirán sanciones.
El Congreso local no se conformará con la cantidad actual de las curules, el trasvase irá a Morena o a MC. El PRIAN ni tiene dinero ni tiene puestos nominales que ofrecer a los familiares de sus diputados. Lupita Rodríguez, por ejemplo, públicamente estará con Morena, pero en privado recibirá el apoyo gubernamental a los Cendis. Aferrados al clavo ardiente del Congreso local y su espuria directiva, los débiles líderes del PRIAN no quieren darse cuenta de que su robo de carretillas ya fue evidenciado y expuesto.
Por cuestiones de violencia de género, el Tribunal Electoral de la Ciudad de México, en la alcaldía Cuauhtémoc, anuló el triunfo de Alessandra Rojo de la Vega. En Monterrey, Adrián de la Garza aún sigue nervioso por los tribunales y Mariana Rodríguez Cantú está firme en impugnar la elección por presuntos actos de violencia política en razón de género. Adrián no la libra… aún. Paco Cienfuegos, por su parte, no tiene el fuero senatorial y sus ilegalidades pueden ser sancionadas. Zeferino Salgado perdió el liderazgo del Grupo San Nicolás y Daniel Carrillo, presupuesto mediante, se recostará en los intereses políticos del gobernador. Víctor Pérez y Héctor Castillo son un cero a la izquierda en Santa Catarina. César Garza Villarreal, un liderazgo emergente en el PRI, nada tiene que ver con los medinistas.
Pésimo escenario para Francisco Cienfuegos, Adrián de la Garza, Zeferino Salgado, Carlos de la Fuente, Lorena de la Garza, Pedro Arce. Si los diputados del PRIAN se mantienen en la fracción de su curules, también perderán porque cada vez estarán más alejados del presupuesto y más cercanos a los juicios. El PRIAN sigue en extinción, Morena y MC en expansión. Cosas de melón, cosas de sandía. Esclarece el ejemplo de Lupita Rodríguez, también el de Héctor García, un ex histórico del PRI quien, siendo diputado, se cambió por falta de oportunidades a MC y ahora es alcalde de Guadalupe. Pragmatismo, ley de vida.