El consenso entre analistas de citibanamex prevé una contracción de 9.6 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) para este año, lo que implicaría su mayor retroceso desde 1932, cuando se redujo en 14 por ciento.
En este contexto, uno de los mayores retos que enfrentará la hacienda pública en los próximos meses será, sin duda, la falta de recursos fiscales disponibles para cumplir con las demandas de los distintos órdenes de gobierno, por lo que es previsible que tanto estados y principalmente los municipios enfrenten severas dificultades para brindar servicios de calidad para los ciudadanos de las distintas regiones del país.
Sin embargo, una adecuada legislación sobre la regulación del mercado del cannabis en conjunto con la muy anhelada reforma al artículo 115 Constitucional abre la puerta a los municipios a las innumerables ventajas que ofrece el mercado legal del cannabis, específicamente en cuanto a la recaudación de impuestos en toda la cadena productiva , desde la producción hasta la venta.
Por ejemplo y tomando en cuenta únicamente a nuestros dos principales socios comerciales:
Se calcula que en Canadá el 16% de los ciudadanos son usuarios de cannabis y los impuestos a la planta representan hasta un dólar extra por cada gramo vendido al consumidor final, en este escenario el gobierno federal se queda con 25% de lo recaudado, el resto, es para los gobiernos locales, tan solo en los primeros seis meses de recaudación desde su legalización, el gobierno canadiense obtuvo hasta 139 millones de dólares de los usuarios de cannabis.
En los Estados Unidos, el uso adulto de la marihuana solo es legal en 11 estados, mientras que su uso medicinal en 33, dada su gran tradición federalista, no todos los estados tienen las mismas reglas fiscales, incluso el cannabis medicinal cuenta con reglas específicas de recaudación.
De acuerdo a la organización TaxFoundation, en Arizona existe un impuesto estatal de 6.6% a las medicinas que utilizan derivados del cannabis y adicionalmente la ley considera un 2 o hasta un 3%, cuyo cobro es opcional para cada una de las ciudades. La tasa más alta de impuestos por consumo de cannabis es la del estado de Washington, que llega al 37%.
Existen casos interesantes y que bien podrían servir de ejemplo para el caso mexicano; el gobierno de Illinois es el primero en EUA en fijar las tasas impositivas a los productos dependiendo de su contenido de THC, así, los consumidores de productos con hasta 35% de THC pagarán un impuesto de 10% del valor, los comestibles tendrán una cuota del 20% y los productos con más de 35% en su contenido de THC pagarán 25% más. Con esta estrategia diferenciada las autoridades esperan, para fin de año, haber recaudado hasta 28 millones de dólares en impuestos a productos de cannabis psicoactiva.
Mientras tanto, en el estado de Michigan, todos los productos de cannabis están sujetos a un impuesto del 10%, sin importar su concentración de THC. Con esta estrategia el gobierno estatal planea recaudar los primeros cuatro años hasta 737.9 millones en impuestos provenientes de las ventas legales de cannabis.
En México, cada vez hay más usuarios de cannabis. Se estima que un 8.6% de la población mayor a 18 años, equivalente a más de 9 millones de personas, usa algún tipo de cannabis o sus derivados, la regulación legal permitirá a los gobiernos locales controlar que puede ser vendido, quién tiene acceso a la planta y los lugares y modalidades en donde se pueden vender.
Bajo el esquema legal actual son los agentes del mercado negro los que toman estas decisiones.
Al contrario, en un sistema de regulación legal, con facultades para los municipios, muchas actividades, como la venta a menores de edad, se mantendrían ilegales y sujetas a sanciones, este control sobre el gran número de consumidores puede traducirse en ingresos directos para los gobiernos locales.
Si se permite a los municipios el cobro de impuestos y derechos sobre dispensarios, clubes de consumo y venta de cannabis medicinal, los municipios encontrarán no solo un alivio para sus necesidades económicas, sino también, una manera efectiva y rápida de reactivar la economía y generar ingresos propios.
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Director de la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis