Política

2023, más de lo mismo, pero diferente

Juan Carlos Fleicer
Juan Carlos Fleicer

¿Qué esperar de 2023? La respuesta rápida sería más de lo mismo. Es decir, constante crispación en lo político, aunque sin llegar a una crisis ni nada que se le parezca, y estabilidad en lo económico, sin terminar por concretar la ansiada recuperación. Aunque hemos avanzado luego de la pandemia y de la contracción económica mundial, el país no termina de ponerse en pie, aun cuando estamos lejos del abismo catastrófico que los críticos han vaticinado desde el inicio del gobierno de la 4T. En el telón de fondo, el presidente Andrés Manuel López Obrador seguirá dividiendo sus días entre mañaneras destinadas a la arena pública para asegurar el apoyo popular, y calculadas sesiones de trabajo para avanzar en la instalación de los cimientos para dejar las bases de un régimen diferente. En otras palabras, razones suficientes para que quienes lo apoyan lo sigan haciendo y los que lo reprueban lo hagan con argumentos reforzados.

En este “más de lo mismo” existe, sin embargo, una diferencia sustancial con respecto a los primeros cuatro años. En teoría se trata del “último” año de gobierno efectivo del sexenio; entre octubre y diciembre Morena definirá su candidato a la presidencia y el primer semestre de 2024 las campañas dominarán de manera asfixiante la vi-

da pública.

Y digo en teoría, porque López Obrador es un presidente sui géneris; ha roto con varios de los “preceptos” no escritos de la política mexicana. Entre otros, por ejemplo, al adelantar la precampaña sucesoria, algo que los mandatarios trataban de retrasar lo más posible en sexenios anteriores y AMLO destapó hace casi dos años (marzo de 2021). No tengo duda de que el tabasqueño dejará el poder el último día de su mandato, pero también tengo claro que, a diferencia de otros presidentes, seguirá ejerciéndolo de manera categórica hasta el último día. Y es que hay un contraste clave con respecto al pasado. La cargada solía ser de tal magnitud, que había un momento en que el candidato puntero se volvía más importante que el inquilino de Los Pinos. Había un punto en que gobernadores, líderes de fracción, dirigencias de partidos, empresarios, líderes de organizaciones populares y en general los actores políticos tenían más estímulos para quedar bien con quien gobernaría los siguientes seis años que con quien iba de salida. La diferencia es que los presidentes anteriores eran los jefes de su partido, hasta que dejaban de serlo a medida que se acercaba el día de las elecciones. López Obrador, en cambio, no es líder de un partido; el partido es suyo. El candidato oficial dependerá hasta el último momento del carisma y la venia del líder, lo cual le permitirá a este terminar su mandato prácticamente con el poder intacto.

Lo que no puede modificar AMLO es la cuenta regresiva del calendario. El 2023 incorpora un ingrediente que no tenían los primeros cuatro años. Si fuera un avión en vuelo, es la fase en la que el piloto comienza el proceso de aproximación al aeropuerto. Eso define la agenda en dos sentidos: por un lado, acelerar procesos para terminar los proyectos pendientes, tanto de obra física como legislativa, e intentar hacer irreversibles los que quedarán inconclusos; por otro lado, intensificar el trabajo político para asegurar el triunfo del candidato oficial. Lo primero es importante, lo segundo absolutamente imprescindible desde la perspectiva

del obradorismo.

Bajo esta lógica tendríamos que asumir que lo que nos espera es más de lo mismo intensificado. Marchas forzadas para terminar lo que está en proceso, en detrimento de lo que no lo sea, con toda la tensión que ello supone en materia presupuestaria y procedimientos administrativos; y en la arena pública polarización (que el presidente llama politización), más propia de una campaña anticipada. Es decir, una polarización cargada de esteroides. Las disputas sobre el INE o los órganos judiciales serán aún más encarnizadas con miras a la elección de 2024; los comicios del Estado de México y, en menor proporción Coahuila, serán librados como preámbulos de la madre de todas las batallas; toda confrontación en las cámaras será percibida como un barómetro para pulsar la correlación de fuerzas entre la oposición y el gobierno; todo incidente político o verbal por parte de los protagonistas de la escena pública será interpretado como la confirmación última de la perversidad

del adversario.

Nada que no hayamos visto antes, pero más encarnizado de cara al juego político. En lo económico, en cambio, estabilidad y un manejo moderado de las cuentas públicas. En este espacio se ha dado cuenta de la paradójica pero efectiva doble estrategia que conduce el Presidente: beligerancia verbal, claramente dirigida a mantener vigente el apoyo popular, y responsabilidad en el manejo de las cuentas públicas de cara a la estabilidad de la economía; en lo social un intento de volcar recursos a los sectores populares sin afectar significativamente a los sectores prósperos. En suma, el sexenio se ha caracterizado por la conversación pública más encendida y rijosa de la que se tenga memoria y una administración federal austera y responsable. Titulares altisonantes y epítetos nunca vistos, con un peso asombrosamente firme ante el dólar y un gobierno que honra sus compromisos.

Ahora bien, el destino al que se dirige el piloto en este fin de trayecto puede ser interpretado de dos maneras. Los críticos asumen que es un derrotero que conduce al desmantelamiento de todos los contrapoderes a la presidencia y un daño irreversible a las instituciones “democráticas”; otros pensamos que, más allá de errores y contradicciones, la ruta emprendida pretende favorecer a las mayorías y matizar las distorsiones del mercado o el predominio de los sectores privilegiados. Pero ese es otro tema. Para 2023, simplemente habría que abrocharse los cinturones e ignorar el zarandeo; el piloto es heterodoxo pero sabrá aterrizar el avión, más allá de que algunos no estén de acuerdo con la pista elegida. 

Jorge Zepeda Patterson

@jorgezepedap

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Jorge Zepeda Patterson
  • Jorge Zepeda Patterson
  • Escritor y Periodista, Columnista en Notivox Diario todos los martes y jueves con "Pensándolo bien" / Autor de Amos de Mexico, Los Corruptores, Milena, Muerte Contrarreloj
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