En el año de 1973 se cumplía el ritual del viejo partido al imponer en Gómez Palacio como candidato a diputado federal a Jesús Gamero Gamero, duranguense de la capital del Estado recomendado por Fidel Velázquez el poderoso líder nacional de la CTM.
Después fue diputado por este mismo distrito Maximiliano Silerio Esparza, luego el primer lagunero en llegar al Senado fue Tomás Rangel Perales y en este sexenio Leticia Herrera alcanzó la senaduría, sin embargo al concederle licencia para contender como candidata a presidenta municipal, su lugar será ocupado por la diputada Yolanda de la Torre y de nuevo esta Comarca se quedará sin representante en el Senado.
Insoslayable es el tema de los gobernadores que ensancha la brecha de inequidad entre la capital del Estado y La Comarca Lagunera. En el 62 ocupó la gubernatura el Ing. Enrique Dupré Ceniceros que cayó con el movimiento del Cerro del Mercado y en el 74 el Dr. Héctor Mayagoitia Domínguez encabezaría una de las administraciones más trascendentales de Durango.
Si los agravios en materia política son insostenibles, no son menores aquellos que tienen que ver con las dependencias del Estado y la obra pública a su cargo en la región. Las evidencias hablan de una marginación que indigna y ofende a los habitantes de La Laguna.
Mientras que el edificio Durango tardó en construirse tres sexenios, los palacios legislativo y de justicia se construyeron en menos de seis meses. Mientras que el Palacio de Zambrano y el Palacio de Escárzaga se convirtieron de la noche a la mañana en museos, ciudad Lerdo remodeló el museo de Francisco Sarabia y Gómez Palacio apenas cuenta con el museo de arte moderno y otro en proyecto.
La Zona de Conectividad de Gómez Palacio no camina y el Parque Industrial Lagunero es un monumento a la indolencia y al abandono. La central de autobuses más parece de un pueblo fantasma que de aquélla pujante ciudad industrial que soñó el gobernador González de la Vega.
El viejo edificio del Instituto "18 de Marzo" es otra imagen lamentable de la indiferencia del gobierno.
El Parque La Esperanza es otro ejemplo del trato diferenciado a La Laguna: allá edificios modernos y bien equipados, acá construcciones mediocres en su funcionalidad y arquitectura.
En ese lugar las dependencias estatales operan como recaudadoras, simples ventanillas de trámite o como pobres oficialías de partes. Toda una aberración institucionalizada.
POSDATA.- La Laguna no pretende privilegios del Estado, solo exige trato justo. Los candidatos Esteban Villegas y José Rosas Aispuro deben comprometerse con el cambio en esta región y con un piso parejo para todos. Felices fiestas y nos leemos el 12 de enero de 2016.