Cuando escucha la palabra organizar, seguramente se imagina limpiando su hogar, arreglando su agenda de trabajo y sus responsabilidades.
Sin embargo, cuando hablamos de mantener el orden en la vida, nos referimos también a la parte emocional.
Cada determinado tiempo es muy conveniente hacer una revisión exhaustiva de nuestros afectos, objetos y relaciones para hacer una limpieza en todo sentido y así poder deshacernos de lo que nos limita y conservar y cuidar lo que nos enriquece.
Como ve, aunque sencilla y bastante sana, es una tarea no muy distinta a la de limpiar su casa.
Organice su vida: Revise, al igual que cuando comienza a hacer una limpieza profunda en su hogar, comience observando a su alrededor y detectando los focos de sus problemas.
Identifique qué áreas de su vida necesitan atención, priorícelas y concéntrese en una a la vez.
Vaya por partes: Si tiene problemas detecte qué está fallando y piense qué puede hacer para resolverlos. Trate de ver todo como pequeñas secciones que puede y debe organizar.
Revise qué puede hacer para solucionarlo. A veces un simple detalle, una llamada o cualquier cosa pueden ser suficientes para dar el primer paso.
Deshágase de lo que no necesita: Al igual que cuando limpia su clóset, revise qué es imprescindible y necesita cuidar y conservar, qué puede dejar “guardado” sin que le afecte y qué se ha convertido en un inconveniente en su vida.
Aprenda a diferenciar para que no pierda energía y tiempo en aquello que no vale la pena.
Cuide y proteja: Cuando limpia su hogar, le dedica tiempo y cuidado a las cosas que necesita y quiere. Haga lo mismo con su vida: Organice su tiempo y compártalo con los que ama, visítelos, llámelos y conviva con ellos. Fomente esas relaciones.
Muchos pensarán que es un tanto draconiano hacer este tipo de ejercicios, sin embargo, para aprender a diferenciar las personas con las que se interrelaciona es irrenunciable organizar sus afectos.
Organizarse significa darle a cada quien la prioridad y el lugar que se merece. Es cuestión de sincerarse y de entender que usted se merece reciprocidad y las mejores relaciones que pueda cultivar en su vida. Autor anónimo.
¿Usted qué opina?