En mi anterior columna se comentó la forma tan invasiva a parques y áreas verdes que día a día están ganando las mascotas, obviamente llevados por sus dueños que los trasladan para pasearlos; pero más que caminar con dichas mascotas, utilizan los parques como letrinas públicas.
Existen áreas verdes, como alamedas, bosques y plazas públicas, en la CDMX (y en otras ciudades) que alrededor de las mismas se instalan restaurantes, neverías, cafeterías, para brindar un mejor esparcimiento a sus clientes, ofreciendo un lugar privilegiado, cercano a un área verde.
Pero resulta, que dichos lugares son los más contaminados pues se han detectado, -vía análisis clínicos-, en los alimentos, agua, inclusive en platos, vasos, cubiertos y ollas de cocinar, heces fecales, orina, y demás desechos de origen animal, que fueron dejados por mascotas y perros callejeros (Sólo en Torreón se han detectado más de 100 mil perros callejeros, investigación de revista Nomádica) sin incluir mascotas) en el parque, al secarse se atomizan y son transportados vía aérea a los restaurants, comida y bebida de los clientes.
Torreón no es la excepción, los parques y áreas verdes están invadidas por mascotas, las cuales deambulan sin correa ni bozal, además, la mayoría también los aprovechan como letrinas ante la complacencia de sus dueños y autoridades; inclusive el Paseo Colón ya fue irrumpido como lugar de esparcimiento de mascotas.
Pero además, en el Paseo Colón los domingos, se tolera la entrada a restaurantes y cafeterías instalados en dicho lugar, a clientes que ingresan con sus perrhijos, unos pequeños y otros enormes; cuando se cuestiona al encargado o meseros por qué permiten el ingreso de mascotas, argumentan que es domingo familiar de Paseo Colón y está permitido… ¿Será?
Si bien es cierto, que el Paseo Colón es lugar de esparcimiento familiar, el área de mascotas se puede delimitar a un lugar cercado -corredor- por la Colón de la Morelos a la Bravo, sólo para pasear mascotas y de ese modo no incomoden e intimiden a los paseantes que acuden con sus bebés y personas de la 3ª edad, aunado a no permitir la entrada a restaurantes, pues de lo contrario dicho paseo se convertirá para llevar perros a pasear y defecar, y no para disfrutar la familia.
Conclusión personal; de no poner orden en los parques y áreas verdes, mediante legislación y reglamentación, para que se respete y sancione cabalmente, los parques y plazas públicas serán ocupadas paulatinamente por personas que lleven sus mascotas a caminar y hacer sus necesidades, desplazando a las actuales y futuras generaciones, a lugares como centros comerciales y Mall, donde se prohíbe la entrada a esos animales.