Pareciera que el tiempo hace olvidar los agravios. Pero no hay día que no se llegue, ni plazo que no se cumpla.
Hasta hace algunos pocos años, el tema de moda era la mega deuda legada por el ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, y solapada por su hermano Rubén Moreira, el cuál durante su sexenio pasó sin pena ni gloria, y es entendible, pues si entre gitanos no se leen la suerte, menos entre hermanos de sangre, aunque simularan distanciamiento familiar, porque hechos son amores.
El endeudamiento provocado por el ex gobernador, trajo como consecuencia, un estancamiento de la obra pública de Coahuila, pues gran parte del erario se va en pagar los intereses de dicha deuda o mega deuda, como lo denunció el diputado local -panista- Rodolfo Gerardo Walss Aurioles, en su primera intervención en el congreso, el pasado primero de enero del presente año, es decir, el diputado Walss llegó con la espada desenvainada.
También cuestionó al Gobernador Miguel Ángel Riquelme, “Coahuila se encuentra en quiebra técnica, provocada por los ex gobernadores Moreira, uno por acción y otro por omisión le señaló que su cargo se lo debe al clan Moreira, los cuales son su mayor lastre y más pesada carga, generándole un serio conflicto de lealtad, inquiriéndolo con quien está su compromiso, con los hermanos Moreira o con el pueblo de Coahuila, porque su silencio y falta de acción, solo abona la duda”
Igualmente, el diputado Rodolfo Walss, aseveró que Coahuila quiere darle bote a los Moreira, no por venganza, sino por elemental justicia; encarando al gobernador Riquelme, al decirle, que si el pueblo de Coahuila no merece justicia, usted no merece llamarse gobernador, reconociendo estar seguro que el gobernador quiere a Coahuila.
Es decir, el diputado Walss, está exhortando al gobernador Miguel Ángel Riquelme a que proceda judicialmente a nombre y representación del pueblo de Coahuila, en contra de quien resulte responsable, que en éste caso serían los hermanos Moreira, y de ser así, también se deslindaría de dicha familia, toda vez, que ya se encuentra a la mitad de su sexenio, tiempo en que un político se debe despojar de lastres y decidir por sí mismo asumiendo su responsabilidad, para bien o para mal.
Porque si Coahuila, no ha tenido el progreso que debería, es por la brutal deuda que heredó, por lo tanto, mínimo se debe judicializar a los responsables, porque hasta este momento gozan de cabal impunidad y entre más tiempo pasa, la caducidad judicial estará de parte de ellos.