Cultura

Payaso

Ante un naufragio amoroso dos hombres, en dos épocas distintas y cada uno en su canción, declaran que la figura que mejor se aviene con el individuo despreciado por la mujer que le gusta, es la del payaso. 

Javier Solís, en su canción “Payaso” (1965), cuenta que oculta su “derrota” (amorosa) detrás de una “careta de alegría”, pues “en la pista final de mi destino, una mala mujer cruzó el camino”. 

José José, por su parte, en la canción (también) “Payaso” (1984), canta: “Dicen que soy un payaso, que estoy muriendo por ti, y tú no me haces ni caso”. Parece claro que Solís sostuvo una relación con la malvada pero lo de José es más brumoso: dice que su ilusión es “tenerte entre mis brazos”, y no dice: otra vez. 

Es igual, porque el drama de estos dos hombres nace de la sociedad que los observa: son payasos porque la gente así los ve y ellos, mansamente, lo aceptan; incluso lo cantan. 

Javier Solís tiene muy clara la posición que ocupa en su desastre amoroso: “soy un triste payaso, que oculto mi fracaso, con risas y alegría que me llenan de espanto”. Aun cuando se espanta de su propio fingimiento, Solís sigue fingiendo obnubilado por la presión social, es un “payaso con careta de alegría”, dice riendo, ¿o llorando? 

Lo que en Solís es pura esquizofrenia, en José es la dolorida aceptación de su payasés: sabe que es un payaso (porque se lo dicen todo el tiempo y él lo reitera), “pero ¿qué le voy a hacer?, uno no es lo que quiere, sino lo que puede ser”; o sea: un payaso. 

Unos versos más adelante se pone intenso José: declara que es un payaso porque “no tengo ni valor para pegarme un balazo”. ¿Cómo?, y si se lo pegara, ¿se le quitaba lo payaso? Dejémoslo así, quizá el compositor metió lo del balazo para que rimara con payaso. 

Al final de la canción Solís confiesa, “ante el mundo estoy riendo, y dentro de mi pecho, mi corazón sufriendo”; luego suelta unas carcajadas que francamente dan miedo, un lastimoso carcajeo que confirma su esquizofrenia y de paso hace visible la resignación de José, que se compunge en lugar de carcajearse. 

Querer hasta la locura o hasta la payasada, esa vendría siendo la cuestión. 

Javier Solís y José José, dos visiones de esta figura. Ariana Pérez
Javier Solís y José José, dos visiones de esta figura. Ariana Pérez

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Jordi Soler
  • Jordi Soler
  • Es escritor y poeta mexicano (16 de diciembre de 1963), fue productor y locutor de radio a finales del siglo XX; Vive en la ciudad de Barcelona desde 2003. Es autor de libros como Los rojos de ultramar, Usos rudimentarios de la selva y Los hijos del volcán. Publica los lunes su columna Melancolía de la Resistencia.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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