Por lo menos, el ejercicio de escribir en este espacio calma mi mente que, me imagino como la de muchos, está tratando de digerir lo más rápido posible la información que ha surgido en la agenda deportiva en las últimas 24 horas. Entre los innumerables eventos cancelados por el brote de coronavirus a escala mundial, el debate acerca de cómo ha reaccionado el futbol mexicano al respecto, la renuncia del presidente de la US Soccer por el caso de igualdad salarial con la selección femenil y encima el giro en la historia de violencia de género de Renato Ibarra, hay mucho que reflexionar y concluir, pero vamos por partes.
Me parece que el actuar de la Liga Mx no debe ser comparado con las decisiones tomadas en otros países, pero aun así, cuando de prevención se trata no hay mucha discusión y en primera instancia, basado en los hechos que tenemos en el país, el futbol mexicano debe ser a puerta cerrada. Entiendo que no tienen un experto en la materia adentro de la FMF y que actúan conforme lo que dicta el gobierno del país y ahí entraríamos en otro debate, pero no podemos ocultar que su comunicado sobre el protocolo fue un tanto ridículo.
El caso de Renato Ibarra solo se hace más grave. Luego que criticamos al América por no deslindarse del jugador tras tantas evidencias ya imposibles de ocultar y que lo hizo cuando estaba su ahora ex jugador ya siendo procesado, resulta que su pareja se retracta de lo declarado y de la agresión sufrida. Es un tema delicado y me apena, pero me remitiré a decir que no debemos juzgar la decisión de una víctima de violencia sobre cómo continuar con su vida y proceso.
En este mismo ámbito aplaudo que un personaje como Carlos Cordeiro, que no supo cómo manejar la demanda de la selección femenil de Estados Unidos por la igualdad salarial, se aparte de su cargo como presidente de la US Soccer. No solo no llegó a un acuerdo al no quererle pagar lo mismo a las campeonas del mundo que al combinado varonil, si no que esta semana hubo una carta muy desafortunada que desencadenó, entre otras cosas, su renuncia. Vivimos en un contexto social muy importante tanto en nuestro país, como fuera de él. Igualdad de género, violencia doméstica, salubridad no deben tomarse a la ligera, a veces no debería ni haber debate. Aprendamos a informarnos de manera correcta también, ya que me ha resultado lamentable la agresión en redes alrededor de todo esto.
