El miércoles 21 de diciembre, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la creación del Consejo Nacional del Comercio de la Casa Blanca. De ahí saldrán las estrategias de negociación comercial para “volver a hacer grande la producción estadunidense y proporcionar a cada ciudadano la oportunidad de tener un empleo digno con un salario decente”. Ahí se diseñará la guerra comercial contra China y de paso contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).
El escritor de la Muerte por China, economista y profesor de la Universidad de California, Peter Navarro, será el estratega. Entre sus consejas está “ayuda a defender a EU y a proteger a tu familia. No compres (productos) hechos en China”.
Los consumidores del Black Friday del 25 de noviembre no le hicieron caso. El 85 por ciento de los productos electrónicos y de alta tecnología comprados fueron made in China y fabricados por algunos de los 20 millones de trabajadores contratados fuera de EU.
También hay que decir que las empresas chinas invirtieron en 2016 un total de 45 mil 600 millones de dólares en EU, el triple de lo registrado un año antes, con empleo en el sector de manufacturas avanzadas.
Navarro afirma que China convierte a Chile y Brasil en colonias, y asegura que el Tlcan sí eliminó trabajos en EU además de ser inequitativo porque impone el IVA a exportaciones estadunidenses.
Se convertirá en el señor de la guerra comercial de 2017 contra China, que, no lo dude, será de influencia mundial.
Por lo pronto, hay que decir que el petróleo WTI y el Brent, que se utilizan de referencia, registraron al cierre de 2016 los niveles más altos desde 2009 con 53.72 y 56.82 dólares el barril, un alza anual de 45 y 52 por ciento, respectivamente. El oro concluyó el año a mil 152.27 dólares la onza, 8.5 por ciento más, lo que representa la mayor alza desde 2011; la plata tuvo su mejor rendimiento desde 2010 con 15 por ciento y el paladio ganó 21 por ciento.
Nos encontramos aquí el próximo lunes 9.