Esta semana, los partidos minoritarios del Congreso del Estado de México lograron, a través de diálogo y acuerdos, algo inesperado a la tendencia nacional. Unirse para hacer visible su desacuerdo en la agenda de las coaliciones de mayoría.
Buscar ser un actor clave, sin perder de vista que se es minoría, exigen inteligencia política para encontrar espacios de consenso, y sobre todo, no olvidar, que se es un punto medio en el choque de intereses.
Ser minoría, en un Congreso donde las alianzas van más allá de lo local, demandó observar más allá de lo simple, por lo que construir esta alianza legislativa fue una gran apuesta, por el hecho de no querer ceder en los temas donde la ciudadanía no esté al centro de la discusión pública.
Esto implicó no dejarse seducir por los intereses políticos de las coaliciones de mayoría, asumir una responsabilidad política, alejarse de las fobias políticas, y proponer una agenda compartida que no suele ser fácil conciliar.
La propuesta, aunque parezca sencilla y simple, fue hacer escucha a la ciudadanía y poner esa escucha en una agenda común, sin descartar, que los grupos parlamentarios de mayoría tienen una posición tiesa, y que , hasta cierto punto, existe la percepción de que no coincide con las necesidades de los mexiquense.
Es la hora de demostrar, como en otros lugares del mundo se ha demostrado, que las minorías pueden proponer diálogos constructivos, donde la actual apuesta en el Congreso mexiquense es poner a los municipios al centro, que hoy, en muchos casos, no tienen el dinero suficiente para cumplir sus obligaciones.
Es momento de que los gobiernos locales comiencen a gobernar desde abajo, es decir, voltear a ver espacios comunes que, aunque parezca irónico, son los más cercanos a la ciudadanía.
Los grupos parlamentarios del Verde Ecologista, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano se unieron en una agenda común, a través del diálogo y construcción de acuerdos, asumiendo el riesgo de romper la tendencia nacional para buscar soluciones que abrasen a la gente.
Desde la minoría, el presente escenario legislativo del Congreso mexiquense se está demostrado, que hacer política, y más política, aun cuando hoy tiene una connotación negativa, es, por el momento, imprescindible para abrir espacios de diálogo y construir acuerdos en beneficio de la ciudadanía.
En el Congreso mexiquense está ocurriendo algo interesante. Desde la minoría, se refleja una escucha de las mayorías. No hay que perderle la pista.
Javier García Bejos
