Una de las máximas escenas que protagonizará en lo subsecuente el priismo hidalguense, tuvo lugar este jueves con la toma de protesta de la nueva dirigencia estatal del partido, que tiene como única encomienda llevar las riendas y tener lista a la estructura para la elección concurrente histórica del domingo 5 de junio de 2016, más no la de definir al candidato a la gubernatura, esa es solo una de las muchas lecturas del multitudinario evento, falto de orden y protocolos de protección civil.
Lo dijo el presidente nacional del partido, Manlio Fabio Beltrones y el propio mandatario estatal, Francisco Olvera Ruiz, en sus mensajes ante cientos de priistas convocados, llevados y acarreados, expresaron entre líneas que liderar el comité estatal no significa que la definición del candidato a la gubernatura recaiga en Alberto Meléndez y Emilse Miranda, esa decisión la tomará quien ese día fue motivo de reconocimientos y ovaciones por ocupar un espacio decisivo en el ejecutivo federal.
En el discurso corto, improvisado pero conciso del líder nacional y también en el del nuevo dirigente estatal del tricolor, salió a relucir el nombre de Miguel Ángel Osorio Chong, mismo que provocó la euforia natural de la militancia, incluso en más de uno provocó nostalgia, pero con ello quedó más que claro y demostrado que aún sigue manteniéndose como un líder cuyas decisiones, opiniones tienen un gran peso al interior
Si la ubicación en el presídium de quienes acudieron al evento de toma de protesta fuera la guía para determinar quienes tienen más posibilidades de lograr ser ungidos como abanderado o abanderada al gobierno de Hidalgo, se podría leer que la decisión final gira en torno a la comisionada de los pueblos indígenas de México y ex secretaria de Finanzas en el gobierno osorista, Nuvia Mayorga Delgado; el hoy diputado federal y ex secretario de gobierno de la actual administración estatal, Fernando Moctezuma Pereda y del ex secretario de desarrollo económico y desarrollo social en el gobierno anterior y hoy senador de la República, David Penchyna Grub.
Los tres fueron colocados hombro con hombro, juntos intercambiaron opiniones sobre el evento, se tomaron fotografías, se observó un trato cordial entre ellos en todo momento, sin ningún tipo de gesto que pudiera denotar tensión en alguno; contrariamente en los extremos del largo templete en el que únicamente pudieron estar, diputados locales, federales y titulares de las secretarias del Comité Directivo Estatal, colocaron del lado izquierdo a José Antonio Rojo García de Alba y del derecho, el senador Omar Fayad Meneses, en quien se pudo advertir un semblante de molestia por ocupar ese lugar, lejos de los aspirantes y de los máximos líderes del priísmo, eso se leyó pero quizá no fue intencionado, tal vez entre el alboroto y algarabía se les revolvieron o se hicieron bolas de los logística con las sillas.
El llamado reiterativo del mandatario estatal parecía direccionado, en más de una ocasión convocó a la militancia a mantenerse en unidad por encima de cualquier interés personal, conducirse con lealtad e institucionalidad; sin embargo este fue el preámbulo de la escena de la disputa interna que provocará la proximidad del proceso interno del tricolor, y solo el más mesurado podría resultar favorecido, incluso quizá exista un perfil que ni siquiera es mencionado pero que podría ser el sucesor del gobierno olverista, al fin al cabo la estructura siempre se “acomoda” y trabaja para quien decida la cúpula.
Y mientras esto sucede en el tricolor, la oposición ya evidenció fracturas entre quienes pudieran integrar el frente opositor, pues resulta que todos quieren encabezar el propio, hay que ponerse de acuerdo porque la ciudadanía no les va a creer que su único fin sea la alternancia y puede dar lugar a pensar en que su puesta en escena tendrá como eslogan la frase maquiavélica “divide y vencerás”.
@JanetBaS
