A mí lo que no me gusta es que jueguen con mis sentimientos. Ya estaba esperando con ansias de matador el esperado apañón contra el Padrote Padrés, después de saber que ya la PGR tenía todos los pelos de la burra en la mano sobre las trapacerías de este gran constructor de presas. Incluso estaba, de veras, relamiéndome los bigotes nada más de imaginar un magno operativo como el que en su momento le aplicaron a la maestra Gordillo, así de espectacular… cuando se supo que la cosa no iba a estar tan fácil, que el equipo de abogados del político panista una vez más había ganado la partida y que acumulaba otro amparo más para impedir cualquier tipo de acción perjudicial en su contra y que podía seguir disfrutando de la vida.
Bueno, ni siquiera el PAN hizo la finta para retirarle los derechos partidistas como hiciera el PRI con ese otro gran winner, Javidú Duarte, que, sin duda, debe estar muerto de la risa. Claro, ya se sabe que en Acción Nacional desde que llegó la lógica ¡Ánimo, Montana! al poder, esas cosas ni siquiera se les ocurren porque todo se les va en puro amagar.
La cosa es que si ya saben que a la autoridad se la van a llevar al baile porque no hace las cosas con el debido proceso, ni sabe cómo investigar, ¿para qué diantres nos ilusionan con que, al fin, van a meter al tambo al ex góber sonorense?
Y también uno, si ya tienes claro que en este país nunca pasa nada y que todo va a acabar a la manera del clásico hankazo, ¿para qué demonios caes en la tentación de tener un poco de fe?
Digo, si ya teníamos la lección del profe Moreira de la Moreiriña o del rey de los Topo Gigios, Catémoc Gutiérrez, deberíamos tener la suficiente madurez y el cinismo necesario como para tomar las cosas con un poco más de tiento, de precaución.
A lo mejor todo es culpa de Roger Waters y el espíritu de Pink Floyd que nada más nos vino a alterar los entusiasmos con su discurso contestatario y antisistema (“Que renuncie peña”, “Trump es un pendejo”, “Señor presidente, sus políticas han fallado, la gente requiere de un nuevo comienzo”), cuando en realidad tendríamos que hacerle caso a los videos de Osorio Chong, que desprovistos de mal humor social, nos plantean un México donde Borge no se gastó una fortuna en aviones y helicópteros, ni Chesarito Duarte tiene su propio banco, ni Chapitas Eruviel comanda el estado con el mayor índice de feminicidios, rebasando por la derecha, incluso, a Chihuahua.
Maldito Waters, nadas más nos vino a arruinar la fiesta.