Me parece muy grosero que una extraña institución que nadie conoce y que importa muy poco, haya nombrado a López Obrador como el Tirano del 2022. Sobre todo porque, a pesar de sus denodados esfuerzos por construir esta dictadura macuspánica, no ha podido de ninguna manera —y esto debe ser tomado como una derrota— seguir los pasos de grandes dictadores de la historia como Pinochet, Videla, Stroessner, el negro Durazo y varios más. Grandes humanistas que han dejado una impronta en las nostalgias pinochetistas de las fuerzas vivas de la ultraderecha y el voxismo a la mexicana.
Y todavía peor, esta designación deja afuera a personajes que sin duda encarnan los probados delirios tiránicos como Alitititito Moreno; Fernando Espino, la Güera Rodríguez Alzheimer del sindicato del metro; no se diga el propio Calderón que dejó a su paso una estela de terror, represión y persecución que hizo histeria e historia.
Así, por más que la fanaticada ultraderechosa trate de regocijarse por esta designación como los Paleros de Alazraki echando cohetones, la verdad es que un auténtico y verdadero dictador de ninguna manera permitiría las condiciones necesarias para que se anduvieran manifestando. Por más que haya elementos para designar a López obrador no ha mandado a desaparecer, entambado, corrido o reprimido por desafiarlo, y hasta criticar acremente hasta la manera en que se amarra las agujetas como hasta ahora han hecho sus exegetas.
O a lo mejor por eso gritan y mientan madres prianistas, Téllez, ChikiliQuadris, Rabadanes, chumeles, brozos y lorets, porque saben que no les pasaría nada como en otros sexenios.
Es una cosa realmente baja y espeluznante que personajes que tienen gran vocación tiránica como Kike Alfacho, Chiflano Aureoles, Madrazo y la maestra Gordillo, no hayan recibido por lo menos un premio de consolación. Gente como Dante Delgado, Julen Rementiría y todo los bolsonarista que sobran en el Cártel Inmobiliario panista que, en cuanto tengan la oportunidad estos admiradores de la muy sátrapa presidenta peruana, Dina Boluarte, romperían todos los records de la re-re-represión.
Habiendo personajes que tienen verdadera madera para la onda dictatorial, tendrían que haberse llevado el reconocimiento merecidísimo como Claudio XXX González, mi Tatankita Córdova hasta tienen sus listas negras y hasta deben estar preparando sus campos de concentración que, tristemente, van a acabar como el Nuevo Aigriopuerto de Texcoco.
Jairo Calixto Albarrán