Aunque usted no lo crea, el Frente Cínico Nacional busca entusiasmar a la fanaticada conservadora presentando a los mismos personajes que fueron declarados irrelevantes y cero a la izquierda en los procesos electorales.
En vez de traer sangre nueva, se dejan liderar por Acosta Naranjo, un Chucho del PeRDeré, un calderonicolita de baja estofa. Y peor aún, reclutan personajes de la seudointelectualidá como Macario Esquetino, que no solo ha fallado en todos sus pronósticos contra la Cuatroté, sino que ha encabezado campañas de mentiras nada piadosas.
Nada más les faltó incluir a Javier Aguirre para refrescar al FCN. No se rían.
Algo que solo se puede comparar con el insólito Elon Musk, en su rol de delirante villano de James Bond que sueña con construir una meganave espacial, pero que es incapaz de pensar en las urgencias que acosan al mundo. Quizá por eso puede detener la edificación de una planta Tesla en Nuevo León (en una de esas solo quiere jugar con los sentimientos de Samuel García), porque Trump anunciara que le metería aranceles a los autos construidos en México, y al mismo tiempo meterle millones de dólares a la campaña de su Donald querido. Cualquier otro plutócrata habría parado ese apoyo al ver sus intereses en peligro. Allá él y su mala cabeza.
Claro, siempre es posible que mi Elon vea una ganancia mayor si su candidato llega a la Casa Blanca (o termina despachando en la cárcel después de todas las sentencias que tiene en su contra) y hasta le regale la NASA para que pueda quedar como el cohetero.
El asunto es que cambiaron las reglas con la aparición de Kamala Harris, que, después de recibir apoyos millonarios instantáneos por parte de nuevos patrocinadores, salió a agarrar a Trump como punching bag. Es brava y no le tiene miedo al agente anaranjado, es impetuosa y esperemos que tenga la inteligencia emocional blindada como para soportar las peladeces machistas que habrá de arrojarle ese viejo guango y los ultraderechosos republicanos que ya están sacando su arsenal voxista, medieval y facha.
Tecleo medieval y pienso en el merecido aumento que recibió Gertz Manero. 190 mil varos por no hacer nada y la gente se queja. Oigan, por lo menos no hace los osos de la ministra Piña que se fue a xochilizar en EU . Ya con eso.
Esto no es nada comparado con la dotora Dresser explicando que la lucha de clases no existe porque su cerebro es “su medio de producción”. Marx, al estilo Condorito, hizo ¡plop!
