Política

Menos ‘bots’ y más Zerones

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Es lógico y normal que se molesten por lo del bendito cubrebocas porque no están suficientemente grandecitos como para utilizarlo sin que una autoridad se los diga (claro, y si tal cosa ocurriera con justa razón protestan a claxonazos contra esta pinshi dictadura), pero es todavía más lógica y normal que en cuanto aparece un personaje bello, velludo, velludito como Tommy Sembrón, torturando gente al estilo del Negro Durazo, ese gran humanista (no vaya a ser que la Fiscalía descubra que en homenaje a Sahagún Baca, don Tomás arrojó cuerpos al río Tula), de inmediato lo convirtieron en héroe nacional. Sobre todo, por su manejo del tehuacanazo y las amenazas de cortarle los huevos al tal Cepillo, fino sicario de los Guerreros Unidos.

Y da gusto porque es la misma lógica decartiana y científica de Arturito Montiel y Alazraki cuando anunciaban que los derechos humanos son de los humanos y no de las ratas. O sea, eso del Estado de derecho, el debido proceso y los derechos humanos están muy sobrevalorados, además de que nomás están de adorno. Grandes enseñanzas las que nos han proporcionado Charles Bronson, los Rápidos y jariosos y los videohomes de los hermanos Almada.

El único problema es que esos métodos de interrogatorio tipo Guantánamo tendrían que dar buenos resultados. Digamos que está bien someter a un maleante malvado como El Cepillo a toda clase de iniquidades con tal de extraerle información, pues recurrir a las pesquisas madreadoras es justo y necesario, pero si lo único que consiguieron fue llenar la investigación de pendejadas y enturbiar la Veldá histérica en vez de apuntalarla, como que había algo podrido en la PGR. Más aún si pensamos que el mayor logro de Sembrón fue que los acusados por el secuestro y asesinato de los normalistas, incluyendo al mismísimo Cepillo, anden libres risa y risa.

Seguramente la labor torturadora de Zerón partió de la buena fe (por eso le dijo al Cepillo que “Ya valió madres. A la primera mamada cambiamos el tono, ¿va?”), pero ni se conoce el triste destino de los muchachos ni se ha castigado a los culpables, y todo terminó como un montaje de los montajes de García Luna Productions.

Así no se pinches puede.

En todo caso, estas cosas podrán ser culpa de la improvisación, la estupidez y la mala suerte, pero nunca de la mala fe en materia de combate a la impunidad. Ni que César Duarte, Lozoya-Lozoyita y Videgaray hubieran sido asesores de la Procu.

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Jairo Calixto Albarrán
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  • Periodista producto de un extraño experimento cultural-social-educativo marxista, rockero, populachero, libresco y televisionudo / Escribe de lunes a viernes su columna "Política cero"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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