No se sabe quién está más maldito, si el expresichente Jelipillo, que a donde quiera que va a apoyar a sus amiguis ultraderchosientos siempre les echa la sal y terminan con la cola entre las patas. Ahí estuvo con los del Partido Popular y Vox en España que ya se sentían resucitando a Francisco Franco y al final se los cargó el payaso por andar ahí apapachando a Calderón que es chachalaca de mal agüero. Y ahora mismo el esposito de Margarita andaba de huele de moles en Guatemala -y hasta tomando medidas para hacer una Estafa de Luz y una barda para una refinería que nunca existirá- cuando, de repente, ganó la izquierda.
Trae más mala suerte y más dañino para sus congéneres que Pedro Infante en A Toda Máquina.
En una de esas hasta le pasó la maldición a mi Santi querido que lleva varias semanas sin dar pie con bola y, en el seudo debatillo que se aventaron los precandidatos de la derechairiza en éxtasis, no supo ni hablal, pobrecito, anda muy estresadito. La cosa está tan mal que, ante el terror que les genera al Ku Klux PAN el circo de mapaches amaestrados del PRIcámbrico temprano (la traición y contrabando son cosas de Alitititito Moreno) que apoyan a Beatriz Paredes (que no se ha despeinado ni tantito), el señor de los Casino fue orillado por Claudio XXX a cederle el paso a la señora X para no perder de la candidatura.
De veras que hay que tener muy pero muy baja autoestima como para entregarle la plaza a una señora que cada vez está más ponchada y desprestigiada. Espero que Santi al menos le caigan unos departamentitos de interés sensual del Cartel Inmobiliario del PAN.
Y es que por más que trata de explicar que no dijo lo que dijo, cuando la verdad es que sí lo dijo, se le cae más el teatrito. Primero quería acabar con las micheladas por ser fuente de criminalidad e inseguridad, y ahora quiere dar micheladas gelatinosas para todos. Después, con un discurso a lo ChikiliQuadri que casi ni sonaba clasista ni racista, en donde alegaba que la gente del sureste no tiene en su ADN la cultura para trabajar ocho horas seguidas, se echó un rollazo explicativo que fue todavía más incoherente que la explicación de la Femexfut sobre los ocho partidos seguidos que va a tener el América en casa.
Será por eso que a través de redes sociales muchos yucatecos, chiapanecos, oaxaqueños, tabasqueños y campechanos se sintieron insultados.
O sea, cómo le hace daño a Xóchitl ser Xóchitl, sus gelatinas nomás no cuajan.