Por alguna razón solo atribuible a la falta de sentido común, los polacos de oposición tienden a tirar rollo de pésimo y reguetonero gusto justo en el fin de semana cuando a nadie absolutamente le importa lo que digan, piensen o vomiten. Digo, quién ante los juegos de la Liguilla, la carrera del Checo Pérez, los ocho mil partidos de la NFL, más los de las ligas europeas y la pelea de Mike Tyson, le va a poner atención a sus malos augurios y melodramas telenoveleros.
Todavía estamos en el novenario del gran Diego Armando Maradona, cantando las de Flor Silvestre, no se diga evocando al gran Dave Prowse, quien tantos años le dio vida al temible Darth Vader, como para preocuparnos por los lugares comunes que emergen de las fauces de Markititititito Cortés que ya ni quién se acuerde de que sigue en su empeño en acabar con lo que queda del PRI.
O sea, mientras la patria celebra que el América haya sido echado a patadas por las Chivas en un verdadero baile, quién se va a tomar el tiempo para escuchar a Gilbertico Limonta Lozano en cuyo mensaje navideño habla de tener un grupo de élite para exterminar a la familia y los allegados de AMLO. Digo, sabemos que está reportando para la sección de “Viejos pedorros”, pero no estaría mal que la se le diera una checadita, no vaya a ser el diablo.
Por dios, uno está preocupado por el Checo y esos autos de paletas que le dan para ganar todas las carreras, como para darle un momento al cada vez rechoncho ex presichente Jelipillo que entre balbuceos y regurgiteos que huelen a pomo de otro hogar, bueno, con voz meliflua se dirigió a los tres panistas que quisieron escuchar sobre cómo hay millones de muertos en México (bueno, él dijo “Mixico” como de “Mixico siempre fiel”), todo por culpa del mal gobierno que va contagiando gente con las babas de López-Gatell.
Por lo menos tuvieran la pegada de Mike Tyson, pero son ahí pinchis manoteaditas histeriquitas y sin inobjetable contundiencia como las de Il Duce de la torta ahogada que, sin saber leer ni escribir ahora se siente intelectual de la “Eh, la Boa”, utilizó la inaguración de la Feria Internacional del Libro para atacar penosa y chillonamente al sátrapa de Macuspana, y luego pasar a bolearle las patrullas al señor Raúl Padilla, cacique de la Universidad de Guadalajara, mal imitador del Huero Castañeda y que se siente más guapo que Carlos Fuentes.
Lo que importa es que los Pumas están en las finales.
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@jairocalixto