Aunque el imperio de las mayorías está disfrutando lo votado, Kinky Téllez no está sola en su lucha contra el comunismo (hay que regalarle Marx para principiantes de Rius para que no ande tan desorientada), sobre todo ahora cuando bajo la lógica del “¡Asústame panteón!”, juró que va a ser la pesadilla del gran Noroñas como Presidente del Senado. Kinky no está sola, pero sobre todo en la pelea por la medalla Pedro Ferriz al algoritmo torcido del año, donde hay un alto nivel de competencia. Al parecer el puñado de representantes del sector opositors está decidido a hacer sentir la fuerza de sus histerias, prejuicios y melodramas reguetoneros a gritos, tarascadas, con los ojos chereques y un poco destorlongados. En ese aquelarre el que más ímpetu ha puesto es el calderonicolita de Germán Martínez que, después de exigir la medalla Belisario Domínguez para el Buki (le debe llegar aquello de “Pero recuerda, nadie es perfecto y tú lo verás”), se puso como poseidón nivel subjefe Diego, asegurando que no lo iban a doblar, que no está vencido y que su venganza será terrible. Una cosa tan esperpéntica que pensé que se iba a convertir en Ernesto Alonso en El Maleficio.
Gran sobreactuación que supera con creces a la de Carlitos Loret que se autoinmoló aullando contra el INE y el TRIFE por avalar la sobrerrepresentación. Se ve que ni siquiera ha sobaqueado la Constitución. Pobrecito Lord Montajes, se injertó en Krauze y andaba gritando en Ladillus que esto es una dictadura. Qué raro, si él adora a Pinochet.
Seguro está muino el domador de Brozo, el Trujillo ultraderechoso, porque el #TodosSomosElPoderJucial (¿perjudicial?) tuvo menos quórum que el ya muy olvidado #TodosSomosLoret. ¿Y es que quién querría ser como Loret? Ni Betty Pagés, directora de Proceso y Aristegui Noticias, su maestra de periodismo.
Uno que se quiso meter en la pelea fue el apolillado jurista Diego Valadés (en el “Quién es quién en las pensiones”, rebasa por la ultraderecha a María Amparito Casar) que apareció cual espectro del salinismo-zedillismo para abominar todo lo que oliera a cuatroté. Dio más risa que Acosta Guadajo Naranjo amenazando con impedir la toma de posesión de la Presidenta Sheinbaum (¡Qué mello!) y a Zambranititito llorando por los perredistas que se fueron a Morena pero no puede correr porque el PRD ¡ya no existe!
Lo de la Zavala haciendo más berrinche que Calderón y el mini Jelipillo, es para la Hora pico.
Los derecharios son pocos, pero sicarios.