A mí hasta me da sentimiento que, a pesar de sus denodados esfuerzos, todo le está saliendo del nabo a la ultraderecha mexicana en su heroica alianza yunquística con VOX, la versión española de FRENAAA pero más primitiva. Me imagino todos esos años de preparación para salir de clóset facho para que, a la hora buena, los prianistas solo encontraran incomprensión, denuestos y señalamientos. A lo mejor sus máscaras blancas con cucuruchos están un poco demodés, sus ideas premodernas y medievalistas como que no checan en el siglo XXI (aunque vengan empaquetadas a ritmo de reguetón), sus idealismos arcaicos y atríticos como que no son bien comprendidos, pero no era como para que me los trataran como apestados, parias del pensamiento woke, y casi casi me les querían poner una campana como si tuvieran alguna variante ultrafachocienta del coronavirus.
Y luego para colmo la Suprema Corte de Justicia que, por lo regular genera poca justicia, les exprime limón a la herida blanquiazul al declarar inconstitucional cualquier intentona para penalizar el aborto para felicidad de los “asquerosos progres” como diría el Tumbaburros. No se vale. Por lo menos el ministro Zaldívar hubiera equilibrado las cosas declarando también inconstitucional a los fantasmas del comunismo primitivo y la lucha de clases que juegan con la mente de los del #KuKluxPAN como un gato con su bola de estambre.
Maldita sea porque los panistas han tenido que recular y cantar la de reversa, mami, de reversa mami. Le quisieron echar la culpa de traer al señoritingo Abascal al encargado de redes, que es como echarle la culpa a los chicos de intendencia o a los viene viene de la esquina, pero no funcionó. Terrible ver al notabilísimo y humanista líder de los panuchos en el Senado, Julen Rementiría diciendo “Fue un error” y desnegándose a sí mismo, sus profundas creencias cavernicolitas y a sus hermanos carnales de VOX. Pero estoy seguro de que en su fuero interno, a la manera de un Galileo al revés, el distinguido voxista nada leninista entre dientes dirá “Y sin embargo, el mundo será terraplanista o no será”.
Supongo que para recuperar algo del rating, inteligentemente los plurales, democráticos, nada homofóbicos, muy tolerantes, pero sobre todo fakeministos y odebrechtianos panistas, le echaran la culpa del temblor a la Cuarta transformeichon como dictan sus cánones paranoicos vistimizadores.
Que quede claro, el comunismo existe, no son los papás.
@jairocalixto