En su paso por las rutas migratorias mexicanas, entre ellas, las que recorren municipios del estado de Puebla, las mujeres son víctima de diferentes tipos de violencia, desde la psicológica hasta la sexual y de género.
Dentro de las agresiones a las que se enfrentan las mujeres, las redes de apoyo son menores, en comparación con el conjunto de redes criminales y de actores que violan, de manera sistemática, los derechos humanos.
De alguna manera, los elementos estatales y gubernamentales se relacionan con los actores de la criminalidad organizada para generar ambientes de violaciones a los derechos humanos de las mujeres.
Los ambientes de violaciones a los derechos humanos son una constante y no se aprecian, por ahora, acciones por parte de las autoridades para garantizar el respeto a la integridad de las mujeres en su paso por Puebla.
De acuerdo con la obra “Género y movilidades: lecturas feministas de la migración”, coordinada por Josefina Manjarrez Rosas, investigadora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y por Almudena Cortés Maisonave, especialista de la Universidad Complutense de Madrid, las mujeres son víctimas de violencias en los procesos migratorios, desde los lugares de origen hasta los de destino.
Las agresiones contra las mujeres tienen raíces profundas y afectan a las experiencias de las mujeres migrantes, donde lo patriarcal se cruza con factores relativos al origen, raza o etnia, clase social y edad de las mujeres, añade el estudio.
La migración de mujeres desde Sudamérica hasta México, pasando por países centroaméricas, hacia Estados Unidos se presenta en medio de factores de producción de desigualdades políticas, económicas y socioculturales.
La migración de las mujeres revela los cambios recientes en los escenarios de movilidad y de género, resalta la obra coordinada por las investigadoras. De manera adicional, se presenta una reorganización en áreas de tránsito migratorio y existen casos de grupos organizados de mujeres a lo largo de la ruta que pasa por Puebla, que están brindando apoyo a quienes persiguen el llamado sueño americano.
Ante la situación que se presenta en la actualidad, es urgente que se implementen acciones, por parte de todos los sectores de la sociedad, que abran camino para que se garantice el respeto a los derechos de las mujeres y se destierren las acciones que vulneran la integridad.
