La realidad para los menores es diferente en cada país, en cada estado y en cada región del continente: parte de ellos no celebrará nada este 30 de abril, Día del Niño y de la Niña en México, porque están en búsqueda de mejorar sus condiciones de vida.
El paso de menores de edad, con sus familias y sin acompañamiento, mantiene una tendencia al alza luego de las complicaciones familiares y económicas que dejó la pandemia de covid-19, tanto de estados como Puebla, así como en el resto del país y en países de Centroamérica y de Sudamérica.
Durante los primeros tres meses de este año, al menos, medio millar de menores nacidos en el estado de Puebla cruzaron sin acompañamiento o con sus familias, la frontera norte de México hacia Estados Unidos, con el objetivo de reencontrarse con sus seres queridos que viven del otro lado de la frontera o para reunificarse con su familia, explicó Ricardo Andrade Cerezo, presidente de la Fundación Pies Secos.
Andrade Cerezo destacó que, entre los factores que influyen de manera directa para que se registre un alza de menores que salen de sus hogares con destino al norte del país, se relaciona con la desigualdad en la sociedad y el deseo de reencontrarse con sus seres queridos.
A principios del mes de marzo, un caso que llamó la atención de México y de Estados Unidos fue el de tres menores de edad originarios de Puebla, que llegaron hasta la frontera norte en busca de reencontrarse con su padre que trabaja en Estados Unidos. Alán, Ashley y Yamileth de 9, 6 y 3 años, respectivamente, tres menores originarios de la junta auxiliar San Francisco Xalapexco, Teopantlán, en la región de Atlixco, que cruzaron la frontera sin acompañamiento.
De manera afortunada, los tres menores llegaron hasta Nueva York y están en proceso de que las autoridades concreten la reunificación familiar; sin embargo, no es el único caso y cada vez es más frecuente la situación.
Ante la situación que enfrentan los menores migrantes, es urgente que en todo el continente americano, se desarrollen espacios en donde las niñas y niños recuperen la confianza en los demás, puedan establecer y construir comunidades, y se garantice el respeto a sus derechos.