Los mexicanos y, en particular, los poblanos, vivimos en un momento histórico ante la declaratoria de emergencia sanitaria en el país por el coronavirus, que en un primer momento estará vigente desde este 30 de marzo y hasta el 30 de abril.
La vida ya no será la misma en Puebla, en el país y en el mundo ante la contingencia generada por el coronavirus, momento de prueba para que todos los sectores de la sociedad puedan unirse para enfrentar los retos actuales.
Fue el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, el encargado de presentar la Declaratoria de Emergencia Sanitaria por causa de fuerza mayor generada por la epidemia de la nueva cepa de coronavirus.
De acuerdo con los artículos 42 Bis, 427 y 429, fracción IV, de la Ley Federal del Trabajo, ante una declaratoria de contingencia por parte de las autoridades sanitarias, las relaciones laborales se suspenden de manera temporal, con lo cual el patrón “estará obligado a pagar a sus trabajadores una indemnización equivalente a un día de salario mínimo general vigente, por cada día que dure la suspensión, sin que pueda exceder de un mes”.
Ante el panorama, la economía continuará estancada y las oportunidades de trabajo serán más complicadas. La crisis ya llegó y las decisiones que se tomen en la actualidad serán claves para que los problemas sean enfrentados de la mejor manera.
La zozobra está presente en todas las personas. Solo la unidad y la colaboración entre todos permitirá enfrentar de mejor manera la contingencia. Aunque todos lo deseen, la realidad no volverá a ser la misma y después de este momento histórico, la vida no será la misma. La historia de la humanidad quedará marcada y la sociedad quedará divida por un antes y un después de la contingencia.
Las personas se enfrentan a un momento nunca visto en su historia y aunque la actual contingencia se puede parecer a la generada por el virus de la influenza H1N1 en el año 2009, la realidad actual es más complicada.
Hasta cierto punto, es justificable que la ansiedad aumente en las personas; sin embargo, los momentos de incertidumbre no pueden paralizar la mente de los seres humanos.
Ante el aislamiento actual, aparece el momento ideal para comenzar una reflexión que permita un cambio en cada ser humano para transformarse en mejores personas. El futuro está en las manos de cada persona y la esperanza es lo último que se puede perder.
