Los casos de personas migrantes desaparecidas en su paso por territorio mexicano mantienen una tendencia creciente y, al menos, durante la pandemia, entre 2020 y 2021, se triplicaron los reportes.
El informe realizado por el Programa de Búsqueda de Personas Migrantes Desaparecidas del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), muestra que los reportes de migrantes desaparecidos crecieron en 292 por ciento luego de que pasaron de 89 a 349 casos. La situación es alarmante porque se recrudeció el problema relacionado con que no se les brinda el valor a la vida de los migrantes, quienes son tratados con menor valor que las mercancías y son víctimas constantes de violaciones a sus derechos humanos.
La investigación muestra que, entre los años 2007 y 2021, la organización jesuita atendió mil 280 casos de personas desaparecidas, siendo los años 2018, 2019 y 2021, aquellos con mayor número de solicitudes recibidas.
De las personas desaparecidas, la mayoría, 71 por ciento son centroamericanos; mientras que 22 por ciento son mexicanos. La lista de migrantes desaparecidos se completa con siete por ciento de los casos de sudamericanos.
La mayoría de los migrantes de los que se desconoce su paradero, son personas en edad productiva: 86 por ciento tienen edades que oscilan entre los 18 y 59 años; mientras que 74 por ciento son hombres; y 96 por ciento se dirigían hacia Estados Unidos en busca de cumplir el llamado “sueño americano”.
No se puede perder de vista que 28 por ciento de los reportes de migrantes desaparecidos en territorio mexicano, se hicieron por familiares o amigos desde Estados Unidos; mientras que 24 por ciento desde México; 13 por ciento desde Nicaragua y Honduras; 11 por ciento desde Guatemala; cinco por ciento desde El Salvador y seis por ciento desde otros países del continente.
El punto que más preocupa es que la organización jesuita revela que el último contacto que familiares o amigos tuvieron con el migrante desaparecido se tuvo cuando el migrante estaba en México en 94 por ciento de los casos; y seis por ciento en Estados Unidos. El reporte es alarmante porque es en el territorio mexicano donde están desapareciendo los seres humanos que solo tienen el deseo de mejorar sus condiciones de vida.
Ante el problema, como lo expone el Servicio Jesuita a Migrantes, urge que, a través de la colaboración entre familiares, colectivos de búsqueda, organizaciones de la sociedad civil, así como a autoridades de tres niveles de gobierno, se mejoren las estrategias para avanzar en la búsqueda de justicia, verdad y dignidad de las personas migrantes.
Jaime Zambrano