A los problemas económicos, sociales, políticos y de violencia, los efectos de huracanes y otros fenómenos meteorológico se unan a las razones que motivan a múltiples de personas a salir de la comunidad de origen en busca de mejores condiciones de vida en otro municipio, estado o país.
En medio del cambio climático, los desastres causados por los fenómenos meteorológicos están devastado comunidades y están obligando a miles de personas a buscar en la migración una alternativa para mejorar su realidad.
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), los países de Centroamérica se encuentran en un clima de vulnerabilidad a los impactos del calentamiento global y, en los últimos años, se coloca como un nuevo factor para dejar el lugar de origen en busca del llamado “sueño americano”.
La OIM, que forma parte de la familia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), destaca que, en territorio americano, una de las principales zonas que se está transformando y está impulsando la migración irregular, es decir, el paso de personas sin los documentos necesarios para llegar a otro país es la que se ubica en Centroamérica.
El denominado Corredor Seco que se ubica entre Guatemala, Honduras y El Salvador, se convirtió en una zona expulsora de migrantes ante los problemas que se presentan en la agricultura por falta de agua o las lluvias intensas en poco tiempo.
Cuando se producen desastres naturales como el paso de un huracán o las intensas sequías, las personas enfrentan diferentes complicaciones y se reduce la capacidad de resistencia de los hogares.
La Organización Internacional para las Migraciones reporta que, en la frontera norte de México, ya se pueden detectar a una importante cantidad de personas que decidió salir de su país por motivos relacionados con el cambio climático.
Los efectos de huracanes y otros fenómenos meteorológicos desencadenaron que las familias pierdan sus casas y ante las dificultades para reconstruirlas, cada vez más personas optan por luchar por mejores condiciones de vida en otro país como Estados Unidos.
Para los migrantes, a pesar de perder todo tras enfrentarse a los efectos del cambio climático, existe una esperanza en un país diferente al que nacieron, un fuego nuevo que los fortalece y que los anima a seguir.
En medio de la contingencia de la covid-19 y de los efectos devastadores del cambio climático, los migrantes se levantan para enseñar al mundo que, pese a las adversidades existe la esperanza de un mejor entorno y de una mejor realidad.