Cultura

Maté a la mariposa o el rigor del cuento

  • Ruta norte
  • Maté a la mariposa o el rigor del cuento
  • Jaime Muñoz Vargas

Maté a la mariposa, segundo libro de cuentos individual de Elena Palacios (Torreón, Coahuila, 1967), confirma la calidad artística que esta autora había mostrado ya en Cuentos cortos para gente que duerme sola (2018). 

En efecto, los relatos de su primer título exhibían —o exhiben, pues el libro perdura— una gran solvencia en su ejecución, una certera noción del cuento como universo compacto y eficaz en su punch frente al lector, dicho esto, claro, en alusión a la metáfora pugilística de Cortázar.

Quien recorra ahora las historias de Maté a la mariposa no dejará de apreciar, creo, el cuidado orfebre que su autora ha depositado en cada pieza. 

El cuento, en la más sólida de sus condiciones, así lo demanda: más que disponer historias en las que el cuento sólo es cuento a propósito de su brevedad, Elena Palacios ha vigilado los variados detalles que hacen de sus creaturas obras breves, sí, pero también dignas de atención y de memoria en función de la compacidad acatada durante su composición.

Quiero decir con lo anterior que el impulso narrativo de Elena no se desborda como río encabritado, sino que fluye como agua gobernada por una sensibilidad cada vez más diestra en el manejo de los elementos que hacen de cada cuento una pieza severa, cerrada en su forma y abierta, gracias a la emotividad que de allí emana, a las inagotables interpretaciones de la subjetividad lectora.

Elena ha sido rigurosa ante todas las exigencias compositivas: sus cuentos avanzan hacia una sorpresa o una perplejidad o un desconcierto bien premeditados; sus cuentos no extravían el impulso poético atañedero a toda literatura digna de este nombre; sus cuentos indagan en el alma de personajes complejos; sus cuentos exploran anécdotas en las que refulgen peripecias inusitadas; sus cuentos tienen, todos, en suma, un esmalte quirogueano de fracaso, dolor, envidia, desdicha, abuso, amor, locura y muerte.

Así he podido ver el panorama general de los cuentos abrazados en Maté a la mariposa. 

No es poco si pensamos que las exigencias de este género, el cuento, hacen recular a muchos narradores o, si no, los llevan a encararlo de una manera relajada hasta el deshuesamiento que deriva en el cuento que es cuento, como digo, sólo en atención a su cortedad de páginas y no a su endiablado mecanismo interior.

Finalizo con dos verbos en esdrújula que la autora bien se ha ganado tras escribir estas páginas: celebrémoslo leyéndola.

Nota. Esta es la última entrega de Ruta Norte en 2022. Les deseo un 2023 pleno de salud y logros. 

Muchas gracias por su atención de este año y por aquí me seguiré comunicando.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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