“Francisco Sarabia: héroe lagunero” es el título de la mesa redonda a celebrarse hoy a las 19 horas y organizada por la Universidad Iberoamericana Torreón y el Teatro Isauro Martínez para recordar al gran piloto en su octagésimo aniversario luctuoso.
Los participantes serán Laura Orellana Trinidad, Juan José Rojas y quien esto firma, y la sede será la Galería de Arte Moderno del Teatro Martínez (Galeana y Matamoros, Torreón).
Antes de la mesa será ofrecida la transmisión de un capítulo de la serie radiofónica “Memorias de arcilla”, también producida por la Ibero Torreón y dedicada en este caso al piloto lagunero.
Al final habrá ejemplares de la revista Acequias número 78, que entre otros textos contiene un ensayo de la doctora Orellana Trinidad con información fresca sobre Sarabia. Inicia así:
“Francisco Sarabia nació en Lerdo, Durango, con el siglo XX y en pleno verano: el 3 de julio de 1900. Al día siguiente, el padre de Francisco se presentó ante el registro civil para dejar asentado su nacimiento.
Santiago Sarabia declaró tener 42 años, ser natural de Avilés (hoy Villa Juárez), ser casado, labrador y vecino de Lerdo.
Dijo que María Tinoco, su esposa, era de Hacienda del Fuerte, Zacatecas, de 34 años. Rutilo Sarabia, su tío, fue uno de los testigos, así como Antonio P. Sotelo.
A los 13 días (19 de julio), fue bautizado en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús ubicada en Lerdo, la que está justo enfrente del parque principal. En el acta aparecen los nombres de sus abuelos: Herculano Sarabia y Macedonia Castillo; Francisco Tinoco y Teresa Arreola. También el de quien fungió como su madrina: su tía María del Rosario Sarabia.
La familia Sarabia se encontraba asentada en San Juan de Casta (hoy León Guzmán) desde finales del siglo XVIII, y alrededor de 1840 se trasladaron a la hacienda de Avilés (Villa Juárez): ahí nacieron los hermanos más pequeños de Herculano, abuelo de Francisco.
Unas décadas después, en 1858, ya radicaban en San Fernando (Ciudad Lerdo, Durango).
Francisco sería el sexto hijo de Santiago y María. Antes había nacido Carlos (1890), Jesús (1892), Macedonia (1894), Leonor (1896) y Delfina (1899), quien fallecería ese mismo año, con apenas ocho meses.
Después de Francisco, nacieron José Juan Santiago (1903), José Herculano (1906) y Alberto (1910), el más pequeño, quien murió a los pocos meses debido a complicaciones del sarampión...”. Los esperamos.