Alguna vez escribí sobre el “perfil”, infragénero literario originado por la emergencia de las redes sociales.
Fue, obvio, una especie de guasa. Hoy quiero referirme a otro que se puede asumir con la misma actitud zumbona: el género “comentario”, texto que los usuarios añaden para opinar sobre tal o cual foto, video, meme y todo lo que infesta las redes sociales.
Esta forma de escritura, habitualmente breve, se ha convertido a veces en lo más visitado al calce de cualquier posteo.
El menú es muy variado, pero es posible trazar algunas líneas de interés: los posteos racistas, sexistas y clasistas, por ejemplo, tienen una capacidad inaudita para estimular a los usuarios, quienes en los comentarios eyectan pus que puede tener alguna utilidad antropológica, pues mediante el humor o el enojo muestran las orientaciones de la mentalidad dominante en el presente.
Traigo un caso. Cierta cuenta muestra una imagen muy realista de un supuesto neandertal.
El texto sobre la imagen es breve, y no importa si es verdadero o falso: “Así lucían los neandertales 400.000 y 40.000 años atrás”.
Con esto es suficiente para desatar una catarata de comentarios. No modifico su ortografía, que también supone algo: el total relajamiento con el que hoy se escribe.
Unos aprovechan para descargar su tirria contra algunos países:
“Ponle un sombrero grande y se parece a un mexicano”.
“Toda vía hay en Argentina y Perú”.
Otros destacan su clasismo:
“Su principal actividad en esa época era la cacería y escuchar corridos tumbados”.
“En la 5 de mayo hay varios bajo el puente”.
Otros más sudan racismo:
“Tengo un vecino muy parecido...”.
“Mi tío cuando se sale de echar un baño….”.
Y por supuesto, no falta el comentario con algún ingrediente seudopolítico:
“Se parece a noroña”.
“Parece uno de VOX” [en referencia al partido español de ultraderecha].
“El abuelo de baradel” [Roberto Baradel es un sindicalista argentino de la Educación].
“De ahí viene trump”.
“Se parece a Maduro el dictador”.
Nada es inocente. Lo que pasa como sandez al vuelo indica tendencia de pensamiento, introyección colectiva.
El propio uso de la caja de comentarios indica algo, al menos la superabundancia, el caos y la violencia de la comunicación actual.