Meses atrás, los liderzuelos de los partidos PRD, PAN y PRI, integrantes de la alianza opositora, buscaban afanosamente un gallo para proponerle la candidatura a la presidencia de la república. No obstante su afanosa búsqueda, no lo encontraron. Cuando el tiempo se les agotaba, montada en su bicicleta apareció flor silvestre, los liderzuelos de los devaluados partidos no podían creerlo. Eufóricos exclamaron: parece que tenemos gallo, aunque esta vez se trataba de una gallina.
Así empezó la farándula de la oposición. Durante las primeras semanas de su aparición, flor apantalló a mucha gente. La opinión pública poco informada, medios de comunicación y algunos de los auto-llamados intelectuales, creyeron ver en la hidalguense la solución a la presunta dictadura que se ha instaurado en México. La señora, sin estrategia ni experiencia alguna, les hizo creer que es la salvación de este país en ruinas a punto —según dicen— de ser absorbido por el comunismo.
Con el paso de los meses flor silvestre ha enseñado el cobre. Hoy día, aquellos que creyeron que era la gran cosa, se han dado cuenta de lo primitiva y corriente que es. Los prianistas que asumieron que habían encontrado en ella su salvación para recuperar sus privilegios, incurrieron en el mismo tropezón de aquel que dijo: “parece que va a llover” y no llovió. En este particular caso parece que la gelatina no cuajó.
La palabra parece no confirma nada. Cuando alguien dice: parece que... no afirma ni niega ningún asunto. Así ha sucedido con flor, dijeron: parece que ella es la mera mera, sin embargo hasta el momento todo ha quedado en parece.
La frase parece que, plantea una suposición, un juicio o una valoración, expresa algo probable o posible. La palabra parece se utiliza como suposición, juicio o valoración. Cuando la oposición dijo: “parece que tenemos gallo”, esa expresión no dejó de ser un anhelo. También dijeron: “parece que ya la hicimos”, pero no se les va a hacer. Parece es un deseo que no aporta certezas ni pruebas. Es una esperanza que nos formamos sobre alguien o algo. Las encuestas del día a día expresan la realidad, flor silvestre se marchitó.
Colofón
Los que impulsaron a flor silvestre se fueron con la finta. Cuando ella surgió, los ilusos de la oposicióndieron por hecho que les devolvería sus privilegios perdidos. A la luz de las evidencias, ¿qué te parece este asunto estimado lector? A mi parecer, se equivocaron.
