Durante cuatro meses me abstuve de salir. Seguí al pie de la letra el: quédate en casa. Me enteraba de la pandemia por algunos noticiarios de Tv. Me asustaba el incremento de las defunciones. Hoy, seis meses después de los primeros brotes del coronavirus, me sorprende la indiferencia de los Jaliscienses en relación a este grave asunto. Jalisco fue de las primeras entidades en afrontar oportuna e inteligentemente la situación, pero la indiferencia de la población ocasionó que la pandemia cundiera exponencialmente ocasionando cientos de muertes. La indiferencia mata. Han transcurrido seis meses desde que el covid-19 nos invadió. A pesar del incremento de contagios y muertos, mucha gente continúa sin darle al tema la atención que merece.
Después de cuatro meses de encierro voluntario empecé a salir para atender asuntos personales. Cuando salgo tomo en cuenta la sana distancia y el uso permanente del cubre bocas, para más seguridad, llevo conmigo una botellita de gel mata bichos. En la calle confirmo que hay tapatíos que no jalan parejo a pesar del riesgo latente. Ven la tempestad y no se hincan. Más indiferencia, más muertos.
Desde que empecé a salir a principios de julio, en mi propio beneficio acato las recomendaciones de las autoridades sanitarias. En los establecimientos abiertos al público compruebo que hay gente que no toma en cuenta las recomendaciones, aun cuando está claramente indicada la distancia mínima que debe existir entre personas, si les hacemos la observación y les pedimos que se pongan el cubre-bocas se molestan e insultan.
Además de los tratamientos a base de medicamentos y ventiladores, una solución complementaria para abatir la pandemia fuera de los hospitales es la conciencia cívica, no cuesta nada y da resultados. La conciencia cívica genera respeto colectivo y responsabilidad. Hagamos que el respeto colectivo sea parte de nuestra naturaleza.
La nueva normalidad es algo que debemos entender y aceptar. El mundo cambió. La vida no volverá a ser como era antes. Debemos adaptarnos a las circunstancias que la situación nos impone. Si continuamos indiferentes nada cambiará y seguiremos figurando entre los vergonzosos primeros tres lugares mundiales con casos de coronavirus.
Una solución complementaria para amortiguar la situación que el virus nos ha ocasionado, no necesariamente es la ansiada vacuna que el mundo espera. Si cada uno de nosotros actuamos con empeño y responsabilidad, evitaremos más contagios y lograremos un verdadero entendimiento del significado: nueva normalidad. De ser así, estaremos construyendo nuestra plataforma de despegue para una convivencia mejor entre los mexicanos.
Colofón
La dupla Margarita y FeliPILLO no escarmienta. Debido a los antecedentes de ambos, fracasaron sus deseos de obtener el registro de su partido. Sus posibilidades de éxito eran remotas. Ella fracasó en sus aspiraciones para la presidencia de México. Él ostenta una ominosa fama de corrupto.