Ahora que en los primeros cinco días de campaña dos aspirantes a la gubernatura de Puebla han dejado entrever la seguridad como tema recurrente, viene bien recordar que el 28 de abril de 2019 Luis Miguel Barbosa Huerta, entonces candidato, dijo que “en los primeros 100 días (de gobierno) estará garantizado que nuestras fuerzas del orden no estarán vinculadas a la delincuencia. Con reestructuración, la certificación, la profesionalización, todo, por eso yo necesito empezar inmediatamente después de la elección”.
Ganó esa la segunda elección en la que participó y más tardó en acomodarse en su silla que la realidad en alcanzarlo: del 1 de enero al 15 de diciembre de 2019 fueron asesinados en Puebla 19 policías, con todo y que a partir de que tomó posesión el 1 de agosto de ese año la seguridad estuvo en manos de Miguel Idelfonso Amézaga Ramírez, formado en la Marina Armada de México.
El cuento no acabó ahí: en julio de 2022 dijo que sus tres ex secretarios de Seguridad Pública lo engañaron porque nunca destruyeron en su totalidad más de 100 cuartos con privilegios que se construyeron en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel.
El ejercicio de memoria viene a cuento porque uno de los actuales candidatos a la gubernatura, Eduardo Rivera Pérez, ya propuso vigilar carreteras con drones, mejorar salarios a policías y aumentar recursos de la Fiscalía General del Estado. Ajá.
El otro aspirante, Alejandro Armenta, propuso rehabilitar los 22 arcos de seguridad con los que cuenta el estado, mejorar salarios de policías, otorgarles derecho a la vivienda y becas para sus hijos. Ajá.
Ninguno ha garantizado que las fuerzas del orden no estarán vinculadas con la delincuencia, en primera porque tendrían que comprobar esos nexos. Aunque, digámoslo, no sería tan difícil si recurren a especialistas en inteligencia.
La seguridad requiere más que buenos deseos y ocurrencias de quienes van a tomar decisiones. Será un tema ineludible y por lo mismo, lo que se prometa debe tener sustento. No sea que luego los engañen sus titulares de seguridad.
Al Margen
El video con el que esta semana el PAN le quiso dar un golpe bajo a Javier Aquino Limón, el hombre encargado de la seguridad interior de Puebla, podría quedar en anécdota si no fuera porque ahí mismo hay mensajes nada cifrados que revelan en dónde estará lo más intenso de la pugna electoral en la que ya están inmersos los dos bandos con posibilidades de ganar la gubernatura.